Capítulo 44: "Alcurnioso"

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—¡Hey, al fin están juntos!—exclamó Dan acercándose al lugar donde ambos se hallaban, le dio una palmada en la espalda a Roy con una sonrisa —hace mucho rato que no veía al dúo de inseparables

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—¡Hey, al fin están juntos!—exclamó Dan acercándose al lugar donde ambos se hallaban, le dio una palmada en la espalda a Roy con una sonrisa —hace mucho rato que no veía al dúo de inseparables.

—No somos inseparables—refutó Roy bufando.

—Amigo, pasaron apenas unos días separados y podría jurar que ambos parecían unos jodidos zombies, pero se unen de nuevo y el sol parece brillar—ambos chicos bufaron al mismo tiempo, intentando ocultar lo avergonzados que estaban con su comentario.

—¡Oye, Roy!—llegó León con una sonrisa hiperactiva y un balón de fútbol entre su brazo y cadera—¿adivina quién estaba hablando de lo lindo que eres durante la clase de química?

Roy frunció las cejas, extrañado.

—¿Yo?

—¡No, tú no, Samantha, tonto! ¿Cómo podrías estar hablando de ti mismo de esa manera? Sería muy narcisista de tu parte—Roy rodó los ojos suspirando ruidosamente—¡pero es en serio! Samantha  dijo que eras atractivo, es un buen partido y puede que tengas una oportunidad con ella, hombre. ¿Por qué no te le acercas?

Todos lo miraron expectantes, entre ellos un Conan bastante curioso por el chisme y a la vez... ¿Incómodo? Sí, podría decirse que incómodo. Pero fue peor cuando de reojo Roy pareció mirarlo, removiéndose en su asiento con evidente descontento.

—Bueno, no lo sé…

—¿Cómo que no lo sabes? La chica es bonita, la has visto ¿no?—inquirió Dan.

—Sí, pero…

—¡Vamos, Roy! Solo acércate y te prometo que esa chica estará feliz por ello, incluso podrían salir—insistió León sonriente—si es que no hay ningún problema con dichoso romance prohibido.

Roy abrió los ojos a sobremanera, sintiendo su cara enrojecer con fuerza.

—¡León!—exclamó el castaño, avergonzado mientras Conan parecía curioso de nuevo.

—Ya deja de molestar con eso, León—Dan rodó los ojos, Roy agradeció su intervención, sentía que moriría de vergüenza—y volviendo al tema, Samantha es bonita. ¿No te llama la atención? Si lo que este menso dice es verdad, quizá tengas una oportunidad.

—Entonces sal tú con ella—repuso Roy volviendo a cruzar los brazos sobre la mesa. Conan lo notó algo nervioso. ¿Acaso le gustaba esa chica y no se atrevía a acercarse?

—¿Por qué no te animas? Quizá los chicos tienen razón—apoyó Conan inseguro de estar haciendo lo correcto, algo en su cabeza le decía que no lo era.

—¿Tú crees?—inquirió Roy, mirándolo dudoso, como si esperara que él le dijera algo que él quería escuchar. Pero Conan se encogió de hombros y no comentó más.

Eso puso al castaño a pensar un poco, porque él no sentía la necesidad de ir e invitar a la chica a salir, él sentía la necesidad de estar con...

Mi Chico RevoltosoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora