Capítulo 82: "¿Me dejarías?"

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A zancadas, Roy abrió la puerta de su casa, y seguidamente, Conan llegó a la misma empujándola cuando Roy quiso cerrarla

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A zancadas, Roy abrió la puerta de su casa, y seguidamente, Conan llegó a la misma empujándola cuando Roy quiso cerrarla.

—¿Qué quieres? ¿Golpearme otra vez? —inquirió el castaño a la defensiva, decidiendo seguir su camino hacia las escaleras a pesar de que Conan había entrado a la casa dispuesto a seguirlo.

—¡Sabes bien que tú te lo buscaste! —exclamó siguiéndolo escaleras arriba.

—¿Acaso no decía la verdad? —cuestionó con amargura, Conan contuvo las maldiciones hacia él que pugnaban por salir mientras llegaban al piso de arriba—mejor déjame en paz, no estoy en condiciones de hablar con nadie.

—¡¿Y crees que me importa?! —exclamó corriendo para alcanzarlo e interponerse en su camino hacia su habitación. Roy se apretó el puente de la nariz, respirando hondo—lamento haberte agredido, ese no era el modo correcto de proceder de mi parte, pero es que tú no dejas que hable.

—Aún así me golpeaste.

—¡Me provocaste!

—¿Acaso estaba mintiendo con mi suposición? —inquirió poniendo sus manos a cada lado de sus caderas, apretando la mandíbula.

—¡Por supuesto que sí! Y me duele que en serio estés dudando de mi de ese modo cuando lo único que he hecho es pensar en la forma en que ninguno de los dos salga herido de todo esto.

—¡¿Pero a qué te refieres con ser herido?!—cuestionó frustrado— ¿qué hay de malo entre nosotros?

—¡Tú y yo no somos el problema, Roy, entiende que si mis padres se enteran de esto me alejarán de ti como lo hicieron con Jack! —confesó desesperado, Roy frunció el ceño, confundido con su confesión.

—¿De qué hablas?

—¡Esto era lo que precisamente quería decirte, tonto! —le dio un golpe en el pecho, frustrado.

—Entonces ¿Por qué no me lo dijiste desde el principio? ¿Creíste que no podría entenderlo acaso? —cuestionó el castaño, molesto.

—Estabas insoportable, Roy. No me dejabas hablar—masculló, enojado
Roy parpadeó absorto entre sus cavilaciones—además tenía miedo a que si te decía que cabía la posibilidad de que nos separaran tú decidieras tomar distancia para evitar ese sufrimiento, y yo no quiero estar lejos de ti—musitó, sus ojos cristalizadose.

Roy se sintió mal al instante por haber pensado de manera errónea y lo miró con preocupación.

—Conan, yo...

—Estoy enamorado de ti, Roy, solo de ti—expresó con frustración, las lágrimas bajandole por las mejillas mientras Roy no podía soportar el verlo así—yo... Lamento no habértelo explicado antes, pero es que no quería perderte, y desde que dejé mis sentimientos por ti salir a la luz no hay día en el que esté tranquilo.

Mi Chico RevoltosoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora