Extra II: "Traje blanco"

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Roy seguía sin dar señales de vida y eso era lo único que ocupaba su cabeza mientras se ponía un traje blanco que Amelia le había mandado para que usara en su noche especial, pero estaba lejos de serlo si Roy no lo buscaba y le pedía perdón de rod...

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Roy seguía sin dar señales de vida y eso era lo único que ocupaba su cabeza mientras se ponía un traje blanco que Amelia le había mandado para que usara en su noche especial, pero estaba lejos de serlo si Roy no lo buscaba y le pedía perdón de rodillas por haberlo abandonado.

No obstante, cuando llegó al lugar del encuentro, entendió que aquello no era más que un complot en su contra porque Amelia vestía elegante y lo había citado en un hotel donde normalmente se celebraban eventos. Bufó acercándose a ella luego de bajar del taxi y se cruzó de brazos.

—Que poco original, ¿Por esto Roy me ha abandonado todo el día?—inquirió ofendido, Amelia se encogió de hombros sacando de su bolsito de mano una cinta de seda y sacudiendola en el aire.

—Yo no sé nada, mi querido amigo, ahora date la vuelta —conan rodó los ojos entre una sonrisa.

—Esto no puede volverse más cliché.

Le cubrió los ojos y lo guió por el hotel hasta el gran salón de eventos a oscuras, Conan no podía ver más que el resplandor de la luz y la negrura de la oscuridad atraves de aquella seda que le cubría los ojos.

Era demasiado obvio en esos momentos que le habían planeado una fiesta de cumpleaños y comprendió el por qué tanto silencio por parte de Roy, podía tomar la incertidumbre que había pasado como un sacrificio por su sorpresa, quizá había estado ocupado planeando todo aquello, sin embargo, a Conan no le importaba que se arruinara una simple fiesta, él quería la atención de siempre por parte de su novio en su cumpleaños.

—Amelia ¿en serio esto es necesario?—le preguntó una vez escuchó la puerta a sus espaldas cerrarse.

—Por supuesto que sí, es una ocasión especial—conan quiso rodar los ojos aunque no pudiera.

—Todos mis cumpleaños lo son y esta es la primera vez que todos actuan tan misteriosos y exageradamente emocionados por ello—se quejó cruzándose de brazos,—además ¿Dónde está Roy? Si todo esto fue idea suya debería estar cerca de mi.

—Cállate—lo regañó divertida—ahora, a la una, dos y... Tres ¡sorpresa!—las luces se encendieron de golpe cegándolo una vez sus ojos fueron descubiertos.

Varias personas, entre esas, familiares de Roy y amigos de oficina de los trabajos de ambos se hallaban aplaudiendo y gritando eufóricos, mientras lanzaban papelitos de colores. No pudo hacer más que sonreír entre extrañado y feliz por la agradable sorpresa, había que reconocer que si todos se reunían cálidamente para celebrar con él, si se sentía especial.

También tenia que aplaudir el maravilloso trabajo de decoración de aquel gran salón de hotel, todo se veía impecable, hermoso y  pulcramente organizado. Los detalles en dorado en los manteles de las mesas blancas, las flores, los centros de mesas y la elegancia que todo el mundo vestía iba muy acorde a la ocasión.

No obstante, mientras era saludado y abrazado por cada uno de los presentes en la reunión, no pudo evitar seguir pensando en que Roy aún no se veía por ningún lado. ¿Acaso él no estaba ahí?

Mi Chico RevoltosoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora