Cuando el temporizador emitió un pitido, Conan pudo respirar después de tanto, puesto que esta era la señal de que el tiempo se había acabado. No obstante, ambos chicos tardaron unos segundos en salir, poniendo a todos a la expectativa, en especial al rubio.
Una vez las puertas se abrieron ambos salieron del closet y como si lo estuviera esperando Conan no pudo quitarle los ojos de encima al castaño que se veía sonrojado mientras volvía a su asiento.
-Se demoraron en salir, par de tortolos-comentó Mason divertido haciendo reír tímidamente a la pelirroja, todos empezaron a bromear pero a oídos del rubio aquel bullicio había quedado en segundo plano desde que la pareja había salido del closet.
Era inevitable que Conan, con sus ojos analizantes, no hubiera notado aquella marca leve de labial rosa en la comisura de la boca de Roy. Quizá habían eliminado todo rastro del mismo después de lo que sea que hubieran hecho allí dentro, pero el rubio podía ver claramente aquel indicio de un acercamiento más íntimo, aquel que casi habían borrado en su totalidad.
Y ese, tan solo ese pequeño detalle le rompió algo en su interior. Algo que no sabía que había construido por Roy Beckman y que dolía como el infierno.
Nunca habría imaginado que alguna vez una acción del castaño lo pudiera lastimar tanto, porque hasta ese instante se daba cuenta de lo mucho que le había llegado a importar ese chico que al principio ni siquiera quería dejar entrar a su vida.
Sin embargo, no sabía qué le dolía más, si el hecho de que se estuvieran acercando tanto o que le hubiera mentido al respecto. Dijo que no quería nada con ella, que se quedaría con él y ahí estaba, sonriendo hacia la pelirroja pegada a su costado, como si él no existiera.
Y era lógico, Roy Beckman era su amigo, no se supone que se sintiera así, no se supone que le doliera que no le dirigiera ni una mirada, no se suponía que le hiriera el hecho de que a él le gustaran las chicas y que probablemente, le gustara Samantha.
Él había sido el idiota, y necesitaba actuar con normalidad para que sus sentimientos volvieran a ser racionales.
Se removió en su lugar, viendo el juego continuar su rumbo de diversión al tiempo que se sumía en un profundo agujero mental del que ni la música fuerte ni las risotadas de los demás podían sacarlo. Tan solo quería irse y dejar salir aquel patético sentimiento que se instalaba en su pecho cada que veía de reojo a Roy riendo como si nada.
Pero no era culpa de él, estaba enojado, sí, sin embargo no estaba enojado con Roy sino consigo mismo. Por permitirse sentir algo por alguien que obviamente era ajeno a él.
Dolía un poco, había que admitir que darse cuenta de sus sentimientos a esas alturas del camino era muy doloroso y claro estaba que la única salida era poco a poco tomar la distancia necesaria para olvidar.
El joven sumido en sus cavilaciones desvió sus ojos tristes hacia el chico al frente que se reía, aquel hoyuelo se marcaba y sus ojos oscuros se achinaban solo un poco al tiempo que el pecho del rubio saltaba reconociendo abiertamente que sí, le gustaba Roy Beckman.
Pero a él le gustaba alguien más.
Con un suspiro cansino, decidió que no quería seguir ahí, reprimiendo el gesto de frustración que quería mostrar producto del remolino de emociones recién descubiertas. Así que se levantó sin decir nada, llamando la atención de Dan a su lado quien lo retuvo del brazo, extrañado.
-¿A dónde vas?-inquirió, los demás seguían ocupados charlando entre ellos, sin notar los movimientos del rubio.
-Solo...-frunció los labios, alzando la mirada hacia Roy al tiempo que este miraba a Samantha, escuchándola hablar-voy a tomar aire fresco.
Dan se dio cuenta de que había algo raro en los ojos del muchacho sin embargo, siguió sin querer preguntar al respecto.
-¿Quieres que te acompañe?-de inmediato el rubio negó con la cabeza zafándose amablemente del agarre del moreno.
-No te apures, vuelvo en un segundo-dudoso, Dan lo miró alejarse permitiéndole un momento a solas, sintiendo que él lo necesitaba aunque la preocupación de dejarlo andar por sí mismo en aquella fiesta, seguía latente.
Entre tanto, Conan bajó las escaleras dejando que el desánimo tomara el control de sus movimientos. Ni siquiera el bullicio que había allí abajo lograba apaciguar la inquietud en su pecho, era frustrante.
Miró a su alrededor, estando solo y de pie entre personas pudo notar, a pesar de lo ruidoso que estaba el ambiente, que el silencio en sus pensamientos persistía y que poco a poco se resignaba. No había nada más que decir. Sabía que debía acostumbrarse a ello, a ese sentimiento si es que planeaba seguir siendo amigo de Roy cargando a cuestas sus emociones, por más que ese hecho doliera.
Se me apachurra el corazón en este capítulo😔
F por nuestro Conan, te tardaste en darte cuenta mijo🕴️
Nos leemos mañanaaa, gracias por estar aquí🫂💕
ESTÁS LEYENDO
Mi Chico Revoltoso
RomantikConan Freeman vive bajo las reglas de unos padres egoístas que solo quieren aceptación social y mantener su estatus de familia honorable a costa de la pulcritud con la que han criado a su hijo; Roy Beckman le importa poco lo que piensen de él y solo...