Capítulo 57: "¡No estaba vigilandote!"

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—¡Conan!—logró escuchar mientras se adentraba en el pasillo solitario, el aludido no se detuvo, sintiendo su estómago revolverse

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—¡Conan!—logró escuchar mientras se adentraba en el pasillo solitario, el aludido no se detuvo, sintiendo su estómago revolverse.

Entonces sintió que Roy empezó a correr y antes de poder reaccionar, este ya estaba deteniéndolo del brazo y posicionándose frente a él.

—¿Ahora me espías o qué?—inquirió Roy jadeante.

—Yo no te estaba espiando—bufó Conan tratando de esquivarlo para irse, pero este no se lo permitió.

—Bueno, eso no es lo que parecía.

—A la biblioteca puede entrar quien sea, el que haya estado en esa sección no significa nada. Yo no pierdo mi tiempo en tonterías—lo encaró con firmeza bien fingida, tanto que Roy casi se la creía si no se hubiera fijado en las mejillas sonrojadas del chico.

Sonrió de lado y posó la base de su dedo índice sobre una de estas, sorprendiendo al contrario.

—Este sonrojo dice “vergüenza" en todas sus letras—se burló y Conan se apartó de su tacto abrazando más su mochila contra su pecho, de pronto Roy se encontró comparando esa misma posición que el chico tenía con la chica, y sonrió al darse cuenta de que en él se veía más bonito.

—No digas estupideces—refunfuñó el rubio mirándolo como un perrito enojado.

—Conozco tus expresiones a la perfección, Conan, y se que esta es la de “me atraparon”—se jactó divertido. Conan bufó lanzándole una miradita de molestia.

—Eres insoportable—murmuró tratando de irse otra vez, sin embargo, Roy aprovechó y lo empujó contra los casilleros, encerrándolo entre sus brazos como una prisión humana, cediendo ante un impulso incomprensible.

Cuando estuvo en aquella posición se preguntó si era lo más correcto, porque tenerlo tan cerca no era conveniente en esos momentos en los que sus emociones parecían estar siendo más evidentes de lo que quería.

—¿Por qué estabas vigilándonos?—inquirió el castaño, ignorando el latido de su pecho.

—Yo…—masculló parpadeando aturdido—¡yo no estaba vigilándote!

—Yo sentí que sí estabas haciéndolo, odias la política y estabas en esa sección—Conan frunció los labios desviando la vista, avergonzado.

—Bueno ¿cómo sabes si ya empezó a gustarme?

—Conan…—lo cortó luciendo frustrado—no sé lo que te ocurre pero no creas que no he notado como actúas—el aludido lo miró confundido—últimamente te ves…enojado y anoche en la fiesta tú…

—Hice muchas tonterías seguramente, estaba ebrio ¿de acuerdo? no esperes que sea racional, yo…—Roy tomándolo de la mandíbula lo atajó de golpe, la mirada que le dirigió era difícil de descifrar y a la vez, tan fácil de interpretar. Porque  lucía frustrado, como si luchara con algo, y lo mantenía tan cerca de su rostro como si no pudiera evitarlo, podía incluso sentir su aliento—Roy…—susurró sintiendo todos sus sentidos adormecerse con la cercanía y el tirón en su estómago, deseando cortar la dolorosa distancia.

Mi Chico RevoltosoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora