Conan Freeman vive bajo las reglas de unos padres egoístas que solo quieren aceptación social y mantener su estatus de familia honorable a costa de la pulcritud con la que han criado a su hijo; Roy Beckman le importa poco lo que piensen de él y solo...
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Las decoraciones en el amplio lugar que habían apartado para la ocasión tan especial lucían como una representación del amor entre Conan y Roy, sencillo, elegante, con arreglos de flores silvestres y una cascada pequeña de chocolate que Roy había insistido en conseguir, una canción suave acompañaba a los invitados que iban llegando uno a uno mientras el castaño ya vestido con un traje de pajarilla y zapatos milagrosamente lustrados se hallaba muriéndose de nervios en la habitación que le habían cedido para prepararse mentalmente a lo que seguía.
—Creo que voy a vomitar—musitó con voz ahogada agarrándose del marco de la ventana del edificio, desde ahí podía ver el salón al aire libre bajo grandes carpas blancas con telas que danzaban al viento, haciendo lucir todo como un pequeño cielo para los dos novios.
Dan rodó los ojos, sobándole la espalda a su amigo.
—Vamos, es solo una boda. Una que sí está consentida por ambas partes, ¿cuál es el miedo?—inquirió cruzándose de brazos.
—Quizá que me voy a casar con el amor de mi vida y que tengo miedo a que a último momento decida que esto no es una buena idea y quiera cancelarlo todo—se mordió las uñas al instante, luciendo asustado.
—Eres tan dramático, solo tómalo como una formalidad más, han estado viviendo juntos por tres años y sosteniendo una relación de más de cinco años, a estas alturas ya deberías estar suficientemente tranquilo de lo mucho que te ama para que te soporte tanto—Comentó, jugando con una rosa que sobresalía de un lindo arreglo floral junto a las cortinas de la ventana.
—De acuerdo, una formalidad, solo eso—inhaló con paciencia y luego solo lloriqueó al no soportar la presión—¡No puedo! Tengo tantas cosas en mi cabeza ahora mismo, no quiero divorcios, Dan—dijo, mirando al aludido con susto.
—Oye, solo jodidamente calmate—le dió un empujon y Roy solo se tambaleó, mordisqueando sus uñas aún—no pienses que la boda es una sentencia, si se van a separar algún día lo harán estén o no casados. Además, esto solo es para formalizar del todo el compromiso que han estado cargando, solo eso.
Roy lo miró, entre pensativo y asombrado.
—Exacto—dan sonrió complacido —creo que ya sé que es lo que debo hacer.
—¿Lo ves? No era tan...
—Debo ir a verlo—caminó hacia la puerta con ferocidad.
—¡Espera, ¿Qué?!—exclamó el moreno yendo tras él—¡No puedes ver al novio antes, ¿estás loco?!
—¡No trates de detenerme, es lo que precisamente entendí de todo lo que dijiste!—contestó avanzando a zancadas hacía el otro lado del lugar, dónde estaba el rubio en otra habitación.
—¿Eso fue lo único que entendiste? ¡Definitivamente necesitas mejorar tu comprensión auditiva, no creo que te funcione del todo!—el castaño lo ignoró tomando más la delantera.
