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Jungkook no pudo contener la alegría que lo embargó cuando pasaron los segundos y el hermoso omega aún no le cerraba la puerta en la cara, incluso si lo hacía, él lograría entenderlo, se lo merecía después de todo. Después de haber dicho aquellas palabras tan hirientes que realmente no quiso decir, que realmente fueron dichas por su lado primitivo e irracional.

—¿Qué haces aquí? — inquirió Taehyung con cierta dureza, su voz sonando algo cansada. Tratando de ignorar la emoción que sintió su lobo al ver al alfa mostrándose arrepentido tras el umbral de su puerta. Él... lo había extrañado.

Jungkook quiso ignorar el doloroso pinchazo que experimentó cuando fue receptor de la rudeza con la que le habló el castaño. Trató de repetirse una y otra vez que se lo merecía, pero aún así no podía evitar sentir esa amargura y tristeza.

—Yo... ah, solo quiero disculparme por lo que te dije la otra noche. Estaba alterado, no quise decir todas esas palabras hirientes, tú... tú no te lo mereces. Lamento mucho haber evocado recuerdos que seguramente querías olvidar — suspiró, estaba en serio arrepentido y no sabía si estaba usando las palabras correctas para demostrarlo, pero esperaba que Taehyung escuchara a su corazón hablar —, eres un omega maravilloso Taehyung, y yo un alfa imbécil que solo sabe decir estupideces y arruinar las cosas buenas que le pasan. Y tú eres una de ellas.

Taehyung se mordió el labio inferior mientras asintió con lentitud, sin saber qué responderle al pelinegro. Era consciente que no lo podía disculpar con tanta facilidad. Esa no era la primera vez que Jungkook decía algo que lo terminaba hiriendo, y por ello la confusión era aún mayor.

No entendía por qué las palabras del alfa, a quien ni siquiera llevaba conociendo desde hace tanto tiempo, y las cuales ya había oído un montón de veces por otras personas, lograban lastimarlo en demasía. Quiso atribuirle esa sensación a que a diferencia de esas otras personas, él estaba abriéndose con Jungkook, había confiado en él. Tanto, que incluso le permitió relacionarse con su hijo y sus amigos, y a pesar de ello, el alfa había cuestionado su integridad.

Lo entendía hasta cierto punto, después de todo, darse cuenta para Jungkook que estaba marcado, considerando las circunstancias en las que se encontraban en aquel momento, debió ser bastante abrumador. Pero no justificaba su actuar tan violento. Era extraño, porque por más que quisiera sentirse enfadado con él, no podía. Estaba seguro que si no se seguía conteniendo, incluso su cuerpo expulsaría feromonas de felicidad por tenerlo enfrente en ese instante.

¿Por qué sentía esa debilidad por el pelinegro?

¿Por qué sentía ese ferviente deseo de apresarlo en sus brazos al verlo ahí de pie con ese casi imperceptible puchero en sus labios?

—Jungkook, ya te disculpaste esa noche, y te dije que estaba bien. Solo mantente alejado y-

—No — el alfa se negó de inmediato, ladeando un poco la cabeza y frunciendo el ceño; totalmente renuente —, no quiero alejarme. Taehyung me importas, tú y YeonJun me importan mucho. Por favor, no me alejes.

—¿Por qué? Solo... solo es otro de tus pacientes, ni siquiera nos conocemos desde hace mucho tiempo. ¿Por qué te importa tanto?

Jungkook tragó con fuerza, sin saber qué responder, sin saber en lo absoluto de qué forma le podría explicar a Taehyung la importancia de su presencia en su vida.

—Porque los momentos que más disfruto en mis días son aquellos que paso con ustedes — dijo finalmente, relamiéndose los labios antes de continuar hablando —, estar a su lado se siente tan bien, y no solo por mi lobo, sino también por mí mismo. Taehyung, tú no tienes idea de la inmensa felicidad que me genera verte con YeonJun, ambos son importantes. Tú y él, son lo único que yo no estoy a dispuesto a perder por culpa de mis estupideces — otra vez.

Mordida desconocida [KookTae]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora