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El corazón de Jungkook latía con tanta fuerza, que el temor de que se le fuera a salir del pecho llegó a su cabeza, aunque ese pensamiento irracional solo se mantuvo escasos segundos, ya que absolutamente toda su atención estaba centrada en el omega que no había dejado de autocomplacerse para verlo con una lujuria desmedida.

Jungkook se había quedado sin habla ante las últimas palabras que soltó el omega, totalmente estático.

—Alfa — llamó por segunda ocasión Taehyung, ido por el placer, con las pupilas dilatadas y los orbes lagrimosos. Temblando, totalmente debilitado, se sentó sobre la cama, manchando aún más las sábanas con el lubricante que expulsaba por su entrada —. Poséeme.

No era él. No era él. No era él. Jungkook se repetía esas palabras una y otra vez, tratando de despejar su cabeza de todos los pensamientos erróneos que allí residían y se estaban formando ante la actitud tan desvergonzada que había tomado el castaño en su período de celo. Sin embargo, muy contrario a sus convicciones y necesidad de actuar de buena manera, su cuerpo parecía había optar por no obedecerlo, y con pasos lentos pero firmes ya se estaba acercando hasta la cama, donde con impaciencia era observado por el omega.

Las feromonas habían inundado por completo la habitación, el aroma que más sobresalía era aquel dulce y excitante que poseía Taehyung, el cual en aquella ocasión tenía mucha más intensidad que en cualquier otro momento.

Su lobo gruñía en su interior, exigiéndole que le de a su omega la liberación que tanto necesitaba para calmar su dolor y deseo.

Jungkook exhaló con fuerza cuando se encontró a tan solo pasos del castaño. Su cabeza era un completo enredo, y lo fue aún más cuando sin poder detenerlo, el omega prácticamente saltó contra su torso y lo atrajo consigo hasta la cama, donde ambos cayeron, quedando él sobre el esbelto y desnudo cuerpo ajeno.

Rápidamente trató de volver a ponerse de pie, pero le fue imposible, ya que el omega no se lo permitió aferrándose con mayor ímpetu.

Jungkook podía sentir la calentura que irradiaba el contrario, así mismo a esa corta distancia era espectador del brillo que tenía la piel bronceada de Taehyung a causa del sudor.

Se sintió mareado y excitado, luchando contra sus instintos para no sucumbir ante los encantos de Taehyung, pero eso parecía casi una misión imposible, y más aun cuando el castaño alzó su rostro a un costado del suyo y empezó a mordisquear su mandíbula con cierto atisbo juguetón.

—Por favor... alfa... du-duele mucho... — la voz del omega se escuchó como una súplica, porque en efecto eso era, su erección palpitante dolía, al igual que su necesidad de ser llenado por su alfa.

Jungkook gimió, dejándose vencer fácilmente por las sensaciones que sacudieron su cuerpo cuando escuchó a Taehyung hablar de esa forma, además del hecho de tenerlo en tal estado. Su boca se estrelló contra la ajena con pasión y hambre, succionando y mordiendo, un beso totalmente desesperado, ambos respondiendo con la misma intensidad que el otro entregaba.

Jungkook no planeaba llegar lejos con Taehyung. Al menos no en ese estado del omega, y menos aún sin antes haberle dicho la verdad. Solo... solo apaciguaría un poco el dolor del celo, tampoco quería que su omega sufriera por eso.

—Vas a odiarme cuando regreses —susurró Jungkook, bajando su boca al cuello de Taehyung lamiendo y succionando, sin llegar a dejar marcas que fueran muy evidentes.

—Te necesito tanto — Taehyung se arqueó, elevando su cadera, frotándose contra la erección aún cubierta de Jungkook. La sensación de tela contra piel no era muy agradable, pero sí lo suficientemente estimulante como para hacerlo sacudir y expulsar más lubricante, al mismo tiempo que hilos de semen blanquecino caían de su miembro.

Mordida desconocida [KookTae]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora