Mordida desconocida [KookTae]

31

La noche en la ciudad era hermosa. Las luces de los edificios sobre el manto oscuro daban una sublime imagen del lugar. La helada ventisca refrescaba el calor que había perpetuado en la tarde debido al incandescente sol.

Cualquier persona estaría encantada de verla, quedaría fascinada ante tal esplendor.

Cualquier persona que no sea Jimin, Eunwoo o Lisa, ya que ellos preferían estar en el interior del departamento estallando en carcajadas mientras se burlaban el uno del otro sin tantos miramientos.

El omega rubio no pudo contener la incesante risa que brotó de él cuando Lisa sacó a relucir a modo de broma la dichosa "relación" que estaba manteniendo la madre de su jefe con el alfa pelinegro. La cara de Eunwoo fue todo un poema en ese momento, ya que hace tan solo algunos segundos se estaban burlando de Jimin y en un instante el objetivo de la burla ya era él.

Jimin y Lisa rieron tanto ante el evidente sonrojo del contrario, y por más que Eunwoo tratara de negarlo desesperadamente, ellos no podían hacer nada más que reír. Realmente ellos eran lo que Taehyung siempre llamaba: «únicos en su especie». ¡Ni siquiera estaban ebrios y se reían de cosas que carecían de sentido alguno!

Los tres estaban en la cocina del departamento de Taehyung, según iban a pedir una pizza, pero al final decidieron preparar ellos mismos la cena para cenar los tres, ya que, aunque el omega castaño aún estaba en el departamento, esa noche iría donde Jungkook a cenar por una invitación que había recibido en la mañana.

En algún momento, la risa fue tanta y los espasmos procedentes de la misma incontrolables, tanto así, que Jimin terminó cayéndose de la silla alta en la que estaba sentado, jadeando al sentir el duro piso contra sus glúteos.

—Uy, ¿te caíste? — Lisa cuestionó lo obvio, riendo más fuerte sin poder contenerlo, sus mejillas se sonrojaron y tuvo que llevar sus manos hasta su estómago para soportarlo.

—No, tonta — Jimin rodó los ojos con ironía y enojo al volver a ser el objetivo de la burla, viendo como los otros dos ni siquiera se preocupaban por su caída, aunque bueno, si hubiese sido cualquiera de ellos, él tampoco lo habría hecho y solo se reiría —. Mi trasero quiso darle un beso al suelo — se puso de pie algo adolorido y empezó a acariciar su espalda baja.

Eunwoo silbó, mordiendo su labio inferior.

—Nunca creí que le llegaría a tener envidia al suelo — soltó el alfa socarrón con una sonrisa de lado, la burla implícita en sus palabras. Era un coqueto empedernido, aunque en aquella ocasión lo hacía bromeando.

—Eres un idiota — gruñó Jimin, dándole un suave golpe en el hombro —. Y nada de coqueteos de tu parte, te recuerdo que tu novia es la madre de mi jefe, y aunque no lo pareciera mucho, quiero conservar mi trabajo lo que más pueda.

—Yo no creo que lo pierdas, él parece querer mantenerse muy cerca de ti. ¡Estás viviendo tu romance de oficina! — exclamó Lisa, dándole una sonrisa ladeada, el rubio solo rodó los ojos.

—Y ella no es mi novia — volvió a negar el alfa azabache luego de escuchar un gruñido proveniente del rubio, sonrojándose nuevamente y perdiendo aquel atisbo burlón que había tenido hace tan solo algunos segundos atrás.

—Oh, no trates de negarlo — Jimin ignoró las palabras de Lisa hacia su persona y caminó hasta la nevera, dándole un vistazo al contrario antes de empezar a sacar lo que necesitarían para cocinar, se supone que debieron hacerlo como hace una hora atrás, y ni siquiera habían sacado los ingredientes —. Todos sabemos que tienes algo con ella. Tus saliditas repentinas con YeonJun al fin cobran sentido, lo usas al pobre para conquistar a la señora Serim.