—Bueno... si lo dices de esa manera, puede que sí lo hayas arruinado un poco... bastante — murmuró Serim varios minutos después, cuando el pelinegro ya había calmado su llanto, y sus manos estuvieron vendadas.
Jungkook resopló a su lado, sus ojos enrojecidos al igual que su nariz. Su mirada perdida, y por alguna extraña razón, su lobo no le recriminaba nada en su interior, de hecho, ni siquiera podía percibirlo. Pero en aquel momento la aglomeración de pensamientos y reproches internos se los hacía él mismo. Sabía que había cometido un error, de nuevo. Es que no lo entendía, no entendía como en tan poco tiempo había cometido errores tan seguidos con aquel dulce y tierno omega. Una jodida ironía.
—Ya lo sé... — Jungkook suspiró, frotándose el rostro con las manos, dejándolo aún más enrojecido de lo que ya se encontraba —. Iré a hablar mañana con él.
Serim negó levemente y el alfa la vio con extrañeza.
—Debo hacerlo, no puedo dejar las cosas así.
—Si lo haces ahora solo lograrás empeorar todo aún más. Taehyung necesita tiempo para pensar y tratar de entender el por qué de tu reacción, aunque dependerá mucho de qué tanto te quiera en su vida para justificar tu actuar.
—Ya te lo dije, la rabia me cegó. Cuando vi la marca en su cuello mi cuerpo se llenó de un enojo que no pude controlar, y estoy tan confundido. Debe de entenderme.
—¿En serio? — la omega alzó un ceja, viéndolo con incredulidad —. Tú al menos sabes que esa marca es tuya, que el cachorro es tuyo. ¿Y qué sabe él? ¿Te has puesto a pensar en todo lo que debió pasar desde el momento en que decidiste abandonarlo a su suerte? Los omegas con un lazo roto no son bien vistos, y los alfas creen que pueden usarlos a su placer ya que fueron desechados por otros. Lo que tú le dijiste, seguramente le trajo muchos recuerdos amargos. Recuerdos que por cierto, también son tu responsabilidad.
Jungkook bajó la cabeza, mostrándose avergonzado y endeble. Las palabras de su madre calaban en lo más profundo de su pecho, dejándolo completamente devastado. Él era el responsable de tanto sufrimiento en la vida de Taehyung, y aunque quisiera repararlo siempre fracasaría, porque es lo que hacía mejor.
—Él siempre tuvo razón, ¿no? — inquirió el menor, sin necesitar realmente una respuesta a su pregunta. Desagradables recuerdos en los que era juzgado por su progenitor invadieron su cabeza, y no tuvieron compasión de él al momento de acribillarlo dolorosamente —. Nunca voy a poder hacer nada bien. Todo lo que toco lo arruino, y tengo miedo mamá... tengo mucho miedo de perderlos... de no ser suficiente.
La mirada de Serim se ablandó cuando escuchó aquello proveniente de su hijo. Conocía a la perfección los complejos que el padre de Jungkook le había dejado, después de recriminar sus actos tantas veces consecutivas, comparándolo una y otra vez con su hermano mayor. Porque los logros de Yoongi eran halagados y premiados, mientras que los de Jungkook eran rebajados a nada. Por ello, a pesar de no justificar las acciones erradas de su hijo menor, lo entendía de cierta forma. Jungkook vivía con el miedo de hacer las cosas mal y perderlo todo, y al final, era precisamente eso lo que lograba.
—Tienes la oportunidad de remediarlo todo, Jungkook — habló Serim con cierto tono alentador que llamó la atención del alfa —. La operación de YeonJun es la próxima semana, él no tendrá que ir a consultas, y tú tienes que enfocarte en esos análisis. No lo frecuentes, dale tiempo para aclarar sus pensamientos, aún está dolido, y si tú tratas de hablar con él en estos momentos, lo único que lograrás es que vuelva a echarte de su vida. Concéntrate en darles luz, y luego, resuelve eso con Taehyung. Estoy segura que lograrás convencerlo de que tú eres el alfa indicado.
Jungkook soltó una pequeña risa, y asintió. Su madre se escuchaba tan positiva que lograba transmitirle esa misma seguridad. Sí. Taehyung solo necesitaba un poco de tiempo.
![](https://img.wattpad.com/cover/322475828-288-k777441.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Mordida desconocida [KookTae]
RomanceLuego de una noche, donde el alcohol hace estragos en su cuerpo, Taehyung se despierta en una habitación de hotel, solo. No sabe cómo llegó ahí, pero lo que sí sabe, y siente, es el dolor en su cuello. Y semanas más tarde, le llega la noticia de que...