Mordida desconocida [KookTae]

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La mañana del lunes llegó demasiado rápido para Taehyung, y no le pareció raro en lo absoluto que estuviera más cargado que otros días.

Por un lado tenía a YeonJun con su primer día de clases, quien incluso se había quedado dormido, y por el otro, tenía que escuchar las quejas de Lisa por los artículos que habían publicado sobre él referente al evento que asistió.

Se sorprendió mucho cuando abrió la puerta de su departamento y se encontró a su amiga, ya que esta ni siquiera le había avisado que iría.

—Es que no es justo, Tae — repitió la alfa pelirroja, sentada frente a la encimera, con la mirada puesta sobre la pantalla de su celular, revisando y buscando los artículos en los que se mencionaran a Taehyung.

Algunos mencionaban cosas sobre que Taehyung estaba logrando su crecimiento gracias a sus padres, quienes a pesar de no estar involucrados en ese mundo, contaban con los recursos suficientes para poner a su hijo en lo más alto sin mucho problema, y otros estaban relacionándolo con el famoso y exitoso modelo Park Bogum.

Realmente Lisa podía decir que comentarios positivos o que sean de provecho para Taehyung, como halagos o cosas al respecto, eran limitados.

—Sabíamos que cosas como éstas pasarían, Lisa — habló Taehyung despreocupadamente, bebiendo del jugo que se había preparado para el desayuno —. Son solo títulos amarillistas. Eso significa que lo hicimos bien, de lo contrario, hubiera pasado desapercibido.

A diferencia de lo que podría creer su amiga, Taehyung estaba tranquilo con eso. No le afectaba para nada lo que decían esos portales de internet, mientras él tuviera la certeza de cómo se dio todo para llegar hasta donde se encontraba en ese instante, lo que dijeran personas ajenas a las que él consideraba importantes en su vida, no llegaban a causarle gran molestia.

No podían llegar a afectarlo si él no se los permitía.

—Quisiera poder tomarlo con tanta calma como tú, pero no puedo — Lisa no apartó la vista del aparato en su mano —. ¡Es mi esfuerzo! — exclamó, y llevó su atención al omega, quien curvó una ceja ante esa aseveración —. Nuestro esfuerzo — se corrigió, sonriendo ampliamente.

Taehyung negó con su cabeza, con mucha lentitud.

—Ya deja eso, solo te pondrás de mal humor — le aconsejó, terminando de beber su jugo —. Con el tiempo les demostraremos a todos esos que lo que hemos logrado es por nuestra propia cuenta. Sin depender de nadie.

Lisa resopló, no muy convencida de lo que decía su amigo. Simplemente no podía pasarlo por alto, pero como lo había dicho Taehyung, que hablen de él era bueno. Independientemente si lo hacían para bien o para mal, eso significaba que estaba siendo tomado en cuenta.

—Si tú lo dices — se encogió se hombros, guardando su teléfono y afirmando sus codos sobre la encimera —. De cualquier forma el que tiene una propuesta de contrato millonario con una gran agencia eres tú.

—Sobre eso... — murmuró, luego hizo una pausa y mordió su labio inferior. Lisa se lo quedó viendo con atención —. ¿No te parecieron raros esos tres alfas?

Raros era la forma menos agresiva en la que Taehyung podía llamar a esos tres alfas de extraña actitud. Y aunque el más normal entre ellos parecía ser Park Seojoon, este no dejaba de actuar de una forma que lo ponía dudoso e incómodo con su cercanía.

No obstante, debía admitir que los que más hacían que su cuerpo se estremeciera de una mala manera, eran Jeon HyungSik y Lee Sunwook. De hecho, este último provocaba algo extraño en todo su organismo, lo hacía sentir pequeño y endeble, sobre todo cuando lo encontraba mirándolo con esos ojos oscuros que parecían ser dignos de un depredador que esperaba el momento adecuado para atacar a su presa y dejarla bajo su mando.