Cuando la puerta de su oficina fue azotada con tanta fuerza para ser abierta, a quien menos se imaginó Jeon HyungSik que iba a ver entrando era a su hijo menor; Jungkook, con una expresión de molestia pura enmarcando sus duras facciones.
—Lo siento señor, él insistió mucho. No pude detenerlo — su secretaria entró algunos segundos después de su hijo, luciendo apenada y con mucho temor por su reacción.
—No pasa nada — HyungSik amplió su sonrisa, mirando atentamente a Jungkook antes de deslizar su vista a su secretaria —. Vuelve a tu trabajo.
Con esa orden, la joven hizo una pronunciada reverencia y se retiró murmurando algo que los otros dos no llegaron a entender, cerrando la puerta a sus espaldas.
—Vaya — canturreó el mayor de los alfas, echándose contra el espaldar de su asiento —. ¿Puedo saber a qué debo tu visita, Jungkook? No soy alguien que dispone de mucho tiempo como para desperdiciarlo contigo.
La frialdad en las palabras de HyungSik era algo a lo que ya estaba acostumbrado. La usaba cada vez que hablaba con él, así que no le sorprendió en lo absoluto el desapego con el que se dirigió a él.
—Esto no es visita de cortesía, y seré breve — Jungkook realmente no sabía de donde había sacado el valor para ir a ver a su padre, o tal vez sí lo sabía; de Taehyung y su hijo. Ellos eran lo primordial en su vida desde que supo de su existencia, y no permitiría que nadie los lastime luego de todo lo que tuvieron que pasar, ni siquiera se lo permitiría a su propio padre —. Vengo aquí para exigirte que dejes a Taehyung en paz.
Jeon HyungSik dejó salir una corta risa, cruzando sus brazos encima de su pecho.
—¿Exigirme? ¿Tú siquiera estás escuchando lo que dices? — el alfa mayor arqueó una de sus cejas, observando a su hijo con escrutinio, notando como este lo miraba con mucho recelo y totalmente a la defensiva.
La mandíbula de Jungkook se apretó al mismo mismo tiempo que sus puños se cerraron con fuerza a cada costado de su cuerpo.
—Sé lo que digo — masculló entre dientes el menor —. Te quiero lejos de Taehyung, y de todo lo que tenga que ver con él.
—¿Qué te hace pensar que voy a obedecer tus palabras? No me hagas reír, Jungkook. Saca tu tonto intento de valentía de mi oficina en este momento y olvidaré toda la basura que has venido a decir.
Jungkook no estaba dispuesto a ceder en aquella ocasión. No cuando estaba Taehyung de por medio. Si bien es cierto que no quiso entrar en una discusión larga con el omega del por qué no era bueno que esté cerca de su padre, sí podía exigirle a este que no se le acercara, porque tenía muy claro que sus intenciones no eran buenas en lo absoluto. Nunca tenía buenas intenciones si estaba relacionado con él.
—Yo solo vine a decirte que si tienes algo en mi contra resuélvelo conmigo, pero déjalo a él fuera de esto. No tiene nada que ver, aunque él sea quien es — estrechó sus orbes —. Porque lo sabes, ¿verdad?
Una arruga se formó en la frente de HyungSik.
—¿Qué se supone que debo saber? — preguntó a pesar de tener cierta noción de lo que Jungkook decía.
—Sabes que Taehyung es mi omega — gruñó Jungkook —. Y yo sé que si te estás acercando a él es teniendo eso muy presente. Pero no lo involucres en esto. Taehyung no tiene por qué quedar en medio de tu odio injustificado hacia mí.
HyungSik, a pesar de ocultarlo a la perfección, no podía salir de su asombro. Jamás. En todos los años que llevaba viendo a Jungkook humillarse por un poco de su atención, se imaginó que este tomaría el valor suficiente para hablarle a él de esa manera.
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Mordida desconocida [KookTae]
RomanceLuego de una noche, donde el alcohol hace estragos en su cuerpo, Taehyung se despierta en una habitación de hotel, solo. No sabe cómo llegó ahí, pero lo que sí sabe, y siente, es el dolor en su cuello. Y semanas más tarde, le llega la noticia de que...