24

16.6K 1.9K 515
                                    

—¿Estás seguro que no quieres que te acompañe hasta el aeropuerto? — cuestionó Taehyung dudoso mientras veía como el omega rubio caminaba arrastrando una maleta de viaje negra y con ruedas por el suelo del pasillo, en dirección a la salida del departamento —. No tengo ningún problema con hacerlo.

Jimin suspiró y negó, como lo había estado haciendo las últimas diez veces que Taehyung le hizo esa pregunta.

Sus padres lo habían estado llamando hace aproximadamente dos semanas, pidiéndole que los visite, y Jimin había estado evitando hacerlo, postergando dicho suceso lo más que pudiera, pero el día finalmente había llegado, y ya no podía hacer nada para evitar ir a verlos.

Y no es que no quisiera a sus padres.

Él los amaba como a nadie.

Pero ellos eran tan insistentes y apegados a la antigua que siempre que los veía o lo llamaban le preguntaban sobre su futuro.

Oh, y eso estaba más que bien, de hecho, era bastante genial que se preocuparan por eso. No obstante, siempre un alfa estaba involucrado en la conversación cuando de su futuro se trataba, eso le molestaba. Y eso era algo que ellos no entendían.

Él no necesitaba un alfa.

Era un omega independiente que podía hacer lo que quisiera con su vida sin la necesidad de tener un alfa dentro de la misma.

¿Por qué ellos no podían entenderlo?

—No. Ya te dije que no es necesario, Tae — Jimin se detuvo frente a la puerta, para después encarar al castaño —. No te preocupes estaré bien, solo me iré por un par de días, ¿sí?

—¿U-Un par de días? — Taehyung frunció el ceño —. Pero tú me dijiste que tu jefe te había dado solo este día libre, ¿no?

Jimin sonrió y sacó la lengua de forma juguetona, sus ojos se volvieron dos medias lunas y alzó una de sus manos para acariciar su nuca.

—Esos son detalles sin importancia, mi estimado Tae — respondió muy sonriente, encogiéndose de hombros —. Luego lo llamo y le invento una excusa.

Taehyung negó levemente, aunque ni siquiera le sorprendía. Era increíble como el señor Jeon Yoongi le tenía tanta paciencia a Jimin, disculpando cada indisciplina que cometía el rubio en su jornada de trabajo.

Desde llegar más tarde que el resto de empleados, hasta responderle de forma altanera cuando no se encontraba en un buen estado de ánimo.

Lo más loco de todo era que el alfa parecía incluso divertirse por la actitud tan atrevida de su amigo, lo había podido deducir fácilmente en tan solo una ocasión que los había visto interactuar.

Aquello lo sorprendió mucho, ya que la imagen que aparentaba el hermano mayor de Jungkook era de un hombre intimidante, como si fuera un león dominante que no se dejaba doblegar ante nadie, sin embargo, cuando se trataba de su atolondrado amigo, más bien parecía un gatito complaciente, aunque trataba de no hacerlo muy evidente, probablemente por el temor de que la confianza de Jimin aumente mucho más, si es que eso era posible.

—Un día de estos te meterás en problemas reales con tu jefe, incluso podría despedirte por ser tan... tú — Taehyung suspiró, sabiendo que eso probablemente no ocurriría nunca.

—No exageres, solo son mentiras piadosas, además, no hay nadie más que aguante el carácter del señor Jeon como yo — la imagen del alfa pasó por la cabeza de Jimin y se estremeció —. Siempre gruñendo y poniendo mala cara — bufó, negando levemente al recordar también las pocas veces que lo había visto sonreír —. Además, no creas que me voy así como si nada. Dejé mi trabajo hecho, y todos los informes que tenía que entregar están entregados, soy un vago responsable, ¿sabes?

Mordida desconocida [KookTae]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora