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Taehyung se estremeció cuando fue azotado por el frío de las paredes y del ambiente en general que se filtraba por el interior de su ropa, pese a estar usando un amplio y pesado abrigo oscuro encima de su cuerpo. Esto, lo llevó a abrazarse a sí mismo, cruzando los brazos por encima de su pecho en busca de algo de calor.

Pasó saliva con dificultad, tragando el nudo que había comenzado a molestar en su garganta. Sus piernas parecían estar cargando un gran peso, ya que cada paso que daba era más lento y perezoso que el anterior.

Se sentía ansioso.

Temeroso.

Le resultaba increíble asimilar como aún seguía caminando a pesar de los furiosos latidos que daba su corazón contra su pecho. Su sistema entero estaba ahogándose en un turbulento mar de nervios.

Ya ni siquiera era consciente si estaba comenzando tiritar por el frío que hacía en aquella clínica o porque había decidido ir a ver a Jungkook pese a todo lo que ocurrió entre ellos.

En un inicio se cuestionó mucho esa posibilidad. No se sentía listo para verlo. Pero enterarse que Jungkook estaba hospitalizado, pese a las palabras de consuelo que trataba de darle Jimin al decir que no era nada grave, lo llenó de un temor casi desbordante.

Supo que tenía que verlo ese mismo día, así que llamó a Lisa y le pidió que lo acompañara, ya que Jimin aún se encontraba sumergido entre tantos papeles, además, no podía dejar solo a YeonJun a esas horas de la noche. Para su suerte, la alfa nunca tenía nada que hacer y fue con él hasta aquel lugar, y aunque insistió en ingresar con él a la clínica, finalmente el omega logró convencerla que lo espere afuera, que no tardaría demasiado.

Solo quería verlo.

Solo eso.

Taehyung se detuvo frente a la puerta blanca que obstruía su paso. La garganta se le cerró y su mano temblorosa se elevó hasta apoderarse del pomo.

Sus fosas nasales se expandieron cuando inhaló profundamente, tratando de despejar el nerviosismo tan desmedido que estaba sintiendo sin razón aparente, y luego dejó salir todo el aire contenido al mismo tiempo que giraba el pomo de la puerta.

Estaba tan nervioso y ensimismado, que ni siquiera se molestó en tocar para verificar que no hubiera nadie en la habitación de Jungkook. La puerta hizo un ruido chirriante, un poco leve, siendo perceptible solamente por el silencio nocturno.

El pasillo por el que se encontraba la habitación de Jungkook estaba despejado y alejado de las demás, así que Taehyung pudo tomarse su tiempo para ver al alfa desde bajo el umbral, sin acercarse aún debido al nerviosismo que le impedía avanzar. Sus piernas temblaban y estaba seguro que sus manos se encontraban sudando.

Ya estaba ahí.

Debía ser valiente y entrar.

Dejando salir otro suspiro pesado, se llenó de valentía e ingresó a la habitación, cerrando la puerta con mucho cuidado a sus espaldas.

El aroma de Jungkook lo golpeó e hizo que sus piernas temblaran mucho más. El sentimiento de angustia y la sensación de anhelo se disparó en su cuerpo como si fuera una pastilla efervescente haciendo efecto en su sistema.

El aire se contuvo en sus pulmones al ver la etérea imagen de Jungkook sobre la cama, paralizando su cuerpo.

El alfa parecía un ángel.

Una ventana de cristal estaba justo al lado contrario a la puerta de entrada, y la luz de la luna se filtraba por la misma, dándole toda su luminosidad al cuerpo que descansaba tranquilo sobre la superficie acolchada.

Mordida desconocida [KookTae]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora