Mordida desconocida [KookTae]

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Los primeros tres días habían sido relativamente complicados. Ahora era cuando Jungkook entendía todo lo que conllevaba tener un hijo, y eso que tenía a su favor el hecho de que YeonJun no era un bebé, además de que era un niño muy bien portado.

Había tenido que cambiar por completo su rutina. En la mañana ya no se saltaba los desayunos o bebía un simple café, ahora tenía que despertarse mucho más temprano para preparar algo adecuado al estómago de YeonJun. Por las tardes, cuando pasaba por él,  lo llevaba a comer lo que sea que el menor quisiera a cualquier restaurante, y por las noches, trataba de consentirlo con sus platillos favoritos luego de enseñarle la tarea, además de planchar su uniforme para que esté impecable el día siguiente.

La niñera estaba con YeonJun en el intervalo de tarde a noche. Realmente no era mucho tiempo, ya que afortunadamente el horario de Jungkook estaba liviano, lo que le permitía atender a YeonJun. Aunque sí debía admitir que el hecho de llegar cansado de su trabajo para preparar la cena era algo que lo agotaba, tomando en cuenta que también se despertaba mucho más temprano de lo que normalmente lo hacía.

Sería fácil pedirle a la niñera que prepare la cena o pedir comida a domicilio. Pero su necedad por demostrarse que podía cuidar de YeonJun sin ayuda era superior a cualquier sensación de agotamiento que pudiera sentir. Y a pesar de todo, podía decir fielmente que lo estaba consiguiendo.

YeonJun no se había quejado por nada.

Ellos compartían mucho tiempo juntos, y también le había presentado a su hermano y a su madre, aunque el menor ya la conocía. Fue lo primero que dijo cuando se la presentó como su abuela. Eso sin duda fue algo que logró desconcertarlo, pero no importaba cuánto se lo pregunte a su madre, ella no respondía o simplemente se salía por la tangente, y cuando se lo preguntaba a YeonJun, el menor le sonreía y ponía su dedo índice encima de sus labios susurrando un lindo: "es secreto".

Así que Jungkook aceptó que viviría con esa duda para siempre. Claramente, pensó que solo se podía tratar de su madre no respetando su palabra y abordando al pequeño cuando estaba fuera del departamento de Taehyung, cuando su niñera lo llevaba al parque. Lo más probable era que su progenitora hubiese parecido una acosadora de menores en ese instante. Era tan caótica en muchas ocasiones, pese a su edad.

Pero a pesar de ello, se sintió muy tranquilo cuando YeonJun se emocionó al revelarle que ella era su abuela. Debido a que ya la conocía no fue un gran esfuerzo hacer que tengan una bonita interacción. Por otra parte, con Yoongi las cosas no iniciaron muy bien.

YeonJun se mantuvo muy renuente a compartir con él, alegando que el alfa mayor lo asustaba por la expresión de seriedad de su rostro, y al escuchar aquello, Yoongi hizo una mueca un tanto extraña que  por poco hace que el menor mojara sus pantalones del miedo.

Afortunadamente, Yoongi era un hombre inteligente que conocía muchas cosas, y YeonJun era un niño ávido de conocimiento. Así que aunque tardó más, cuando la noche del primer día llegó, él ya era "el tío Yoonie" para YeonJun.

Por ello, Jungkook podía decir fielmente que todo estaba valiendo completamente la pena. Incluso si en ese preciso momento estaba desmoronado sobre el escritorio de su consultorio. Con los hombros sumamente tensos y un fuerte dolor en el cuello.

Su subconsciente le gritaba que debería llamar a la niñera y no darse las del súper padre. Pero él decidía ignorarlo, al menos eso por ese día. Aún en su agonía, recordaba que ese día en particular debía ir por YeonJun dentro de algunas horas al Kindergarten, y luego pasar por un centro comercial para comprar algunas cosas para el menor, ya que este estaba ilusionado por bañarse en la alberca de su casa.

Como no tenía que regresar a la clínica a menos que lo llamen de emergencia, iba a pasar todo ese día completo con YeonJun. Así que ese día no sería necesario que vaya una niñera por el menor. Él se encargaría de cuidar a su hijo como se lo había prometido a Taehyung.