La vida no siempre es como la imaginamos.
Hay ocasiones en las que nos ponen pruebas tan difíciles que parece imposible poder superarlas.
Son momentos desesperantes donde ni siquiera podemos pensar con claridad. Solo nos sentimos ahogados pensando en qué hacer, pensando en la forma que podríamos salir de las dificultades sin arrastrar a terceros en nuestros actos.
Sin embargo, la vida se empeña en hacernos ver que nada es como esperamos, que siempre habrán tormentas que nublen nuestro destino.
Tormentas. Como la que se desató en el interior de Kim Taehyung.
El castaño caminaba desganado. Arrugando el papel que poseía en sus manos, aquel papel que fue entregado como hace cinco horas por el urólogo.
Desde que salió del consultorio médico había estado dando vueltas por todos lados, sumido en sus pensamientos, los cuales para ese entonces no eran más que un remolino de puras sensaciones negativas.
Sus manos aún temblaban.
Con un poco de dificultad llegó hasta el edificio, donde compartía departamento con su mejor amigo.
Ingresó al lugar, con la mirada perdida, un aura totalmente oscura cubriendo todo su ser. Se sentía derrotado.
Estaba derrotado.
¿Qué haría ahora?
¿Cómo se lo diría a sus padres?
¿Podría seguir estudiando?
¿Podría seguir con su vida?
Todas estas preguntas le desestabilizan emocionalmente, pero sin duda entre todas había una que lograba derribarlo por completo.
¿Estaría mal si decidía no tenerlo?
No quería actuar sin antes pensarlo con claridad. Y era evidente que en estos momentos no podía hacerlo.
Entró al departamento, arrastrando los pies, encontrándose con su amigo sentado en el sofá de la sala principal, quién apenas notó la presencia del contrario se puso de pie y prácticamente corrió hasta donde él se encontraba.
—¡Tae! ¿Qué pasó? ¿Qué te dijo el doctor? — preguntó el rubio, totalmente alterado por querer saber los resultados de los exámenes del castaño.
Taehyung simplemente le dedicó una mirada vacía, porque era como se sentía en ese momento. Vacío. No quería hablar, no podía hacerlo, así que entregó el papel arrugado que llevaba en su mano, dándole entender al otro que ahí encontraría la respuesta a su pregunta.
Jimin observó lo que su amigo le había entregado. Y ni siquiera necesitaba abrirlo para saber los resultados, era evidente con la forma en que Taehyung se comportaba, lo conocía desde hace tantos años que verlo en ese estado tan deplorable causaba en él un dolor agudo en su pecho.
Arrojó el papel al suelo y atrajo al castaño a sus brazos, haciendo que este hunda su rostro en su cuello, recostandose en su hombro.
Taehyung empezó a sollozar de forma audible. Se había estado reprimiendo, pero ya no pudo más, la desesperación por no saber que hacer le ganó. Se perdió en un laberinto, del cual no tendría salida.
Pasaron de esa forma alrededor de media hora, luego de eso el rubio preparó un té para tratar de calmar a su mejor amigo, pero eso no era suficiente para tranquilizarlo, sus emociones y pensamientos eran un lío. Ambos se encontraban recostados en el sofá, en un silencio inminente, hasta que el castaño decidió hablar.
—No-No sé qué voy hacer, ¿Cómo le digo esto a mis padres? — dijo, en medio de jadeos producto del llanto anterior.
—No te preocupes, Tae. Le encontraremos una solución a todo esto — trató de motivar.

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Mordida desconocida [KookTae]
RomansaLuego de una noche, donde el alcohol hace estragos en su cuerpo, Taehyung se despierta en una habitación de hotel, solo. No sabe cómo llegó ahí, pero lo que sí sabe, y siente, es el dolor en su cuello. Y semanas más tarde, le llega la noticia de que...