Jimin era una persona inteligente, por supuesto que lo era, además, al ser el mejor amigo del castaño lo conocía mejor que nadie.
Habían pasado muchos años juntos, de hecho, podía decir que habían pasado toda su vida juntos. Eran como dos hermanos, pero de los que se llevaban bien y se apoyaban mutuamente.
Jimin había sido un pilar fundamental para que Taehyung no se desmorone luego de lo que ocurrió con su marca y la situación con la que nació YeonJun.
En Jimin, Taehyung encontró un refugio al cual siempre acudir cuando necesitaba desahogarse, a pesar de que estos momentos fueran bastantes limitados, ya que el castaño siempre había preferido guardarse sus dolencias antes que compartirlas y sentir que de alguna forma u otra se las estaba traspasando a personas que no necesitaban más preocupaciones.
No obstante, cuando decidía abrirse al rubio sabía que siempre encontraría las palabras adecuadas y la calidez necesaria para despejar su cabeza de ideas tontas o quizás ciertas situaciones que le impedían continuar o centrarse en lo verdaderamente importante.
Tanto Jimin como Taehyung eran conscientes de ello.
Entonces, Jimin no podía entender en ese momento por qué Taehyung se veía tan abatido, e incluso confundido, y no le hablaba al respecto sobre sus inquietudes, aunque sabía que cierto alfa pelinegro estaba involucrado.
Volviendo al inicio, Jimin era una persona bastante inteligente, así que tenía sus sospechas, solo debía hacer sus conjeturas. Por suerte, o desgracia para el castaño, había visto Enola Holmes recientemente, y el estado emocional de Taehyung en la última semana era un caso que él iba a resolver.
—Así que... ¿nuevamente Jungkook no vendrá esta noche? — preguntó, tratando de sonar desinteresado, aunque su actuación le salió realmente malísima —. Con esta ya sería... ¿la sexta noche que no viene? Uhm, me pregunto qué habrá ocurrido.
Taehyung dejó de revolver la ensalada que se supone ya debería de haber sido ingerida hace más de media hora, para darle una mirada llena de extrañeza al rubio, frunciendo el ceño.
—¿Estás insinuando algo? — respondió en duda Taehyung, ignorando por completo la forma en que Jimin había pasado a tutear al alfa aunque ya era algo normal después de todos esos meses que habían convivido, aunque eso no descartaba que el rubio en ocasiones era tan inoportuno —. Espera... ¿estás contando las noches que no viene?
—Bueno, parecía que ya vivía aquí, siempre de colado. Ya estaba considerando cobrarle la renta también.
Taehyung bufó, negando levemente con la cabeza.
—Eres tan... es que ni siquiera tengo palabras para definirte a este punto.
—Te entiendo, suele pasar. Dejo sin palabras a las personas, creo que se llama efecto Park — Jimin soltó una suave risa cuando Taehyung volteó los ojos en respuesta y continuó con la vista fija en su ensalada. Bien, era momento de entrar al mood serio. Inhaló, exhaló y relajó sus facciones, haciendo varios gestos extraños en el proceso, llamando la atención del castaño.
—Nunca espero un comportamiento normal de tu parte, y aún así hay ocasiones en las que logras asustarme con tu rareza — dijo Taehyung, arrugando el rostro, aunque luego comprendió lo que trataba de hacer el rubio. Lo conocía tan bien —. ¿Estás entrando en tu mood serio?
Jimin exhaló. —¡Cada vez es más difícil!
—Pues supongo que sí, con una personalidad como la tuya estar serio es casi un reto — Taehyung suspiró, y recriminándose por lo que diría a continuación, soltó: —Pregúntame lo que quieres saber.
ESTÁS LEYENDO
Mordida desconocida [KookTae]
RomanceLuego de una noche, donde el alcohol hace estragos en su cuerpo, Taehyung se despierta en una habitación de hotel, solo. No sabe cómo llegó ahí, pero lo que sí sabe, y siente, es el dolor en su cuello. Y semanas más tarde, le llega la noticia de que...