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El ruido de las personas conversando, caminando de un lugar a otro, fue lo primero que recibió Taehyung cuando ingresó a la recepción donde se estaba haciendo aquella fiesta de lanzamiento que tan ansiosamente estuvo esperando.

Admitir que estaba nervioso no le avergonzaba en lo absoluto. Esta sensación había aumentado su magnitud desde que bajó del auto y tomó el brazo de Bogum para ingresar al evento.

Y debido que iba con él; un modelo reconocido, con mucha trayectoria y que además estaba intentando incursionar en el mundo de la actuación, no le extrañó que los paparazzis estuvieran detrás de ellos tan pronto como dejaron el vehículo, tomando fotos y haciendo un montón de preguntas que no respondieron.

Se sintió un poco mareado cuando todos esos destellos provenientes del flash de las cámaras lo golpearon sin siquiera prevenirlo, en el mismo instante que Bogum pasaba un brazo alrededor de su cintura.

Taehyung tenía en cuenta que ya debería acostumbrarse a ese tipo de situaciones. Pero se seguía sintiendo como un sueño. Cuando inició su carrera imaginó que todo sería complicado para él por su condición, y a pesar de provenir de una familia con recursos y poder, nunca intentó utilizar su apellido para escalar más rápido, quería que todo fuera íntegro; por su propio esfuerzo y dedicación.

Haber conseguido todo lo que se había propuesto como meta en el ámbito laboral lo llenaba de mucha satisfacción, no obstante, con el éxito también incrementaba el temor a fallar. Simplemente no podía permitírselo.

—Tranquilo — la voz de Bogum distrajo sus pensamientos —. Lo único que tenemos que hacer aquí es vernos bien, y para ti eso no es muy difícil.

Taehyung rio, reduciendo la tensión que se había forma en su cuerpo sin siquiera notarlo. Bogum siempre tenía las palabras correctas para lograr tranquilizarlo.

—Tú tampoco estás nada mal— Bogum le correspondió con una sonrisa sellada —. Y aparte de vernos bien, ¿qué otras cosas debemos hacer?

—Solo tenemos que conversar y... — hizo una pausa para tomar dos copas de vino de un mesero que pasó frente a ellos en ese instante, agradeciéndole en un murmullo —. Y divertirnos bebiendo — continuó, ofreciendo una de las copas a Taehyung.

—No creo que pueda hacer eso último — dijo el omega, recibiendo la copa de cristal.

—¿Por qué? — le preguntó Bogum.

—No soy muy bueno bebiendo — admitió, encogiéndose levemente de hombros.

—Bueno, tampoco es necesario embriagarnos, con unas cuantas copas será suficiente para calentar el cuerpo — le guiñó un ojo y después llevó la copa hasta sus labios, tomándose el tiempo para saborear el licor —. Oh, italiano. Me gusta.

Taehyung lo observó con notable atención por unos cuantos segundos. La compañía de Bogum era muy agradable, de cierta forma, lograba distraerlo de todo lo que pasaba a su alrededor y encontraba la calma que necesitaba en un lugar como ese.

—¿Sabes también mucho de vinos?

Bogum movió ligeramente su cabeza de un lado a otro.

—No. Pero sí sé mucho de vinos italianos. Viví un tiempo ahí, es maravilloso.

—¿En serio? — inquirió Taehyung con curiosidad.

Bogum asintió. —Todo es increíble. Las personas, la comida, hay muchas lugares para conocer. Tal vez... debamos ir en alguna ocasión.

Taehyung apretó los labios antes de contestar.

—No me sentiría cómodo dejando a YeonJun solo por mucho tiempo.

Mordida desconocida [KookTae]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora