ᴀɢᴇɴᴛᴇ ꜱᴇᴄʀᴇᴛᴏ x ᴛɴ 1

12:00

Una vez que entré a su habitación permanecí en silencio.

— ¿De que hablaban? — preguntó Sunghoon ordenando unos documentos.

— Heeseung estaba enseñando defensa... — contesté.

— Ah... ¿Solo eso?

— Si.

— Que extraño. — Susurró. — Te vi bastante preocupada en saber sobre mi familia.

Caminé hacia su escritorio para apoyarme tratando de mostrar seguridad en mis movimientos.

— No estaba hablando de eso. — contesté negando su "suposición".

— No mientas. — respondió soltando los documentos.

Sunghoon se enderezó y dobló las mangas de su camisa para acercarse hacia donde me encontraba y colocar sus brazos a los costados de mi cuerpo, manteniendo una distancia con la intención de no tocar mi cadera.

— ¿Porqué deberías saber sobre mi? — preguntó Sunghoon acercándose al rostro de Tn.

Mi respiración se cortó ante su repentina cercanía provocando un corto escalofrío por mi cuerpo.

— ¿Piensas que mi familia fue quemada? — preguntó manteniendo un semblante serio.

— E...eso pensaba po-

— ¿El documento que leíste? ¡Rudolph no sabe nada de mi! — Exclamó levantando la voz. — ¡Tú menos y tampoco tienes el derecho de saber sobre mi!

Cerré mis ojos con brusquedad ante su grito y agaché la cabeza con cierto miedo.

¿Porque le molestaba tanto que supiera sobre lo que había sucedido con su familia?

Sunghoon se alejó al ser consciente de lo que había provocado y desacomodó su cabello apenado.

Supongo que su orgullo fue demasiado importante como para permitirse así mismo pedir disculpas a una persona que solo había hechó una pregunta que no tenía relación en el.

Finalmente, quedé sola en la habitación y dejé de apoyarme en su escritorio para caminar hacia la cama donde me senté pensando en su comportamiento.

Aún así, busqué durante largas horas algunos archivos, fotografías o algo como para informarme sobre la vida de Sunghoon, sobre su familia asesinada o algo más pero no encontré nada.

Veo que la única opción que me quedaba era hablar con Heeseung en un lugar más... Privado.

.                  .                   .

Caminé por el pasillo pequeño del avión mientras observaba que asientos estaban vacíos.

Seguí caminando hasta el fondo para encontrar el último asiento vacío y mirar quién estaba al lado.

Era Sunghoon.

Coincidimos miradas por cortos segundos hasta que me senté y me abroche el cinturón de seguridad.
Apoyé mis manos en el apoyabrazos y cerré mis ojos sintiendo como el avión empezaba a despegar, así, llamando la atención de Sunghoon.

— ¿Le tienes miedo? — preguntó Sunghoon observando a Tn.

Asentí.

Sunghoon se quedó en silencio hasta extenderme una botella de agua.

— Ten... Bebe eso.

Dejé de cerrar mis ojos y recibí su botella de agua para comenzar a tragar largos sorbos.

— gracias... — murmure entregando.

Sunghoon desvió la mirada mientras sostenía la botella y soltó un suspiro.

Sé lo que quiere hacer.

— Lamento haberte gritado. — contestó.

Sunghoon está pidiendo disculpas, genial.
No sabía que un trastornado cómo el supiera pedir perdón.

— ah... Entiendo. — contesté.

— No me gusta que se informen sobre eso... Te habrás dado cuenta al no encontrar información correcta sobre mi. — contestó Sunghoon mientras apretaba la botella con incomodidad.

— uhm ...

— Pero veo que no podré dejarte ir hasta que todo acabe... Por lo que me veo obligado en confiar en ti, enseñar defensas y nuestros monitoreos y comentarte sobre la verdadera historia de Heeseung y mía. — contestó Sunghoon.

Sunghoon miró a los demás asientos controlando que estaban haciendo los demás y se levantó.

— Hablaremos en el baño. — contestó.