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Caminé hacia uno de los sofás junto a Sunghoon.

Habíamos cumplido con la invitación y habíamos venido al famoso bar de Juss.

— ¡Bienvenidos! — contestó con una sonrisa caminando hacia nosotros.

— A ti por la invitación. — respondí con una sonrisa.

— Dejemos la formalidad y hablemos. — contestó la mujer con una pequeña risa.

Odio su forma de mirar.

Dicen que hay un dicho en dónde las mujeres siempre tienen la razón sobre las intenciones de las otras personas.

Bueno, así me sentía.

Juss tenía otras intenciones con Sunghoon, siempre lo miraba con deseo...

— La organización ha estado tomando diferentes decisiones. Pensé que al hacer un contrato con Jenny y Kelly de Francia empeorarían las cosas pero todo lo contrario. — respondió Juss.

Juss levantó una de sus dedos y de pronto entraron 3 mujeres en ropa interior sosteniendo vasos de alcohol.

No debería tomar eso...

— En otras palabras, la venta de Tropis ha incrementado favorablemente. — comentó la mujer prendiendo un cigarro.

Recibí el vaso de alcohol y luego desvíe la mirada a Sunghoon.

El estaba en el otro extremo... Estábamos enfrente donde claramente podía ver cómo dos mujeres se sentaban a su lado intentando llamar su atención y una rubia aprovechaba el espacio libre de su regazo para ocuparlo con sus piernas.

No estaba molesta... Pero como dije, "estaba".

Sunghoon se aprovechó de eso y acarició lentamente la cadera de esa rubia.

Maldito idiota.

— Entiendo. ¿Haz estado al tanto de los policías asesinados? — preguntó Sunghoon.

— ¿Es una broma? ¡Claro que sí! Esos policías merecían ser asesinados, eran unos idiotas e incompetentes, además de necios por querer reabrir un caso que se había cerrado gracias al dinero que donamos.

Lamento esas pérdidas... Esos policías no eran idiotas, menos incompetentes por querer poner importancia en un caso tan peculiar y grave como esté.

— Son unos imbéciles. — contestó Sunghoon riendo falsamente.

— Además, Rudolph me ha hablado sobre la OPSM.

— Aún no nos han informado al respecto, ¿Podrías adelantarnos esa información? — pregunté dejando el vaso lleno en la mesa.

— No debería... Pero en fin. Cuando Rudolph fue atacado por el que se suponía que era Park Sunghoon, se encontraba con una mujer, una perra de su trabajo.
Intentó tener sexo con ella pero me dijeron que había empezado a llorar y a gritar a tal punto de cerrar su maldita boca con una corbata...

Mantuve la mirada en Juss que comentaba aquella horrible anécdota traumática cómo si se tratara de un chiste y se me era inevitable no pellizcar mi brazo con fuerza.

Miré a Sunghoon por cortos segundos que había dejado de acariciar el cuerpo de aquella prostituta y estaba enfocado en mirar que tan fuerte pellizcaba mi brazo.

El era consciente de lo que provocaba con esa conversación.

— Gracias a que tiene a Dios de su lado, Rudolph logró salir con vida pero ahora la perra anda desaparecida y hay pruebas en dónde demuestra que estuvo en el edificio principal de la OPSM. — Comentó nuevamente Juss.

— El día en dónde pueda ver con mis propios ojos la muerte de OPSM, será el mejor día de mi vida. ¡Ellos solo quieren arruinar nuestras vidas! — contestó Sunghoon fingiendo enojo.

— Tranquilo cariño. — comentó la mujer dando una sonrisa seductora a Sunghoon. — Rudolph ya tiene la dirección, no tardará en asesinar a los padres.

Dejé de respirar al oír eso y miré a Sunghoon quién me observaba esperando mantener la calma.

Estoy sudando... Si hablo, lloraré.

— Juss, fue un gusto reunirnos pero ahora que lo recuerdo, tenemos una cena... — contestó Sunghoon haciendo de lado a la rubia.

— Puedes llamarme cuando sea.

— Lo tendré en cuenta. — contestó Sunghoon despidiéndose.

Matarán a mis padres...

ᴀɢᴇɴᴛᴇ ꜱᴇᴄʀᴇᴛᴏ x ᴛɴ 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora