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Coloqué mis manos detrás de mi espalda y miré a Heeseung.

— No puedes llamar. — contestó. — Dame el teléfono, ¿Si?

— Será una llamada rápida. — respondí.

El altavoz de la llamada resonó dejando escuchar la voz de alguien más, no era de papá y menos de mamá...

— Tn, ¡No!

Heeseung se abalanzo contra mi y empujó mi cuerpo contra una de las computadoras que cayó al suelo.
Seguí forcejeando mientras me quejaba por su fuerza bruta.

Su mano de posó en mi cabeza que me empujaba contra el escritorio mientras que su brazo sostenía el mío en dónde estaba el teléfono.

— ¡Vas a ocasionar que nos maten a todos! — gritó.

— ¡Heeseung! — gritó Sunghoon junto con Kiminari.

Separaron a Heeseung de mi pero logró arrebatar el teléfono de mis manos.

— ¡¿Que mierda sucede contigo?! — preguntó Sunghoon.

— Está en llamada. — contestó Austin.

¿Porque era tan crítico llamar a alguien?

Sunghoon tomó el celular he inmediatamente lo arrojó contra la pared con la suficiente fuerza para que se despedazara por completo.

— ¿A quién llamaste? — preguntó Sunghoon.

Todos, contando Heeseung empezaron a guardar los datos de aquellas computadoras en pequeños pendrive portátiles.

— Llame a mis padres... — Murmuré viendo con preocupación la desesperación reflejada de los demás.

Sunghoon retrocedió dos pasos y comenzó a dar órdenes.

— ¡Guarden todo! ¡Debemos irnos! — gritó — ¡Que el último piso quede completamente cerrado! Tendremos la oportunidad de trasladar los autos en otro momento.

Corrí en busca de mi bolso con mis cosas para tomar a  Polo y dirigirme hacia la puerta con prisa.

Lamentablemente, la puerta explotó a causa de una bomba adhesiva y yo caí a causa del golpe.

Comenzó a haber humo que inundaba el lugar y se era imposible ver dónde estaban los demás...

— ¡Recuerden la orden! — gritó uno de los hombres con una completa protección de uniformes blindados.

Uno de esos hombres alumbró mi rostro y tomó mi cabello gritando.

— ¡Tengo a la chica!

Polo al ver el peligro, no dudo en correr hacia el hombre que estaba haciéndome daño y comenzó a morderlo por lo que me alejé a torpes pasos hasta pegar un salto al oír y ver cómo varias balas atravesaban el cuerpo de Polo...

Matandolo en un instante.

— ¡Tn! — gritó Heeseung ayudando a levantarla. — Debemos irnos.

No me esforcé en no ir con Heeseung, solo estaba shockeada al haber visto como la sangré salpicaba al suelo, cómo las balas lo atrevesaban, cómo su cuerpo hacia movimientos bruscos y su último gemido de dolor...

Mataron a Polo... Mi compañero de hace 6 años...

Bajé las escaleras con prisa junto a Heeseung para dirigirme a la puerta de vidrio y alejarme mientras gritaba al ver cómo disparaban con intención de matarme.

— Sunghoon. — respondió Heeseung mientras presionaba una pequeña cosa negra en su oído.

— Sunghoon. La salida del primer piso está cubierta.

— Entiendo. Si. Ahí vamos.

Heeseung tomó mi brazo y subimos al segundo piso donde buscamos en diferentes ventanas un lugar por dónde podríamos bajar.

Finalmente, logró encontrar un árbol.

— Baja tu primero. — contestó Heeseung mirando hacia la puerta con desesperación.

Asomé mi cabeza viendo la altura para soltar un suspiro con inseguridad y empezar a sostenerme del árbol hasta bajar por completo y ver a Sunghoon esperarnos detrás de unos arbustos.

Levantó un poco su mano y mostró una seña.

Estaba apurandonos y nos advertía de hacer silencio.

Corrí estando agachada para estar junto a el y quedarme en silencio al ver cómo algunos hombres comenzaban a rodear el edificio.

— Entendido K0. Estaremos rodeando el edificio. Cambio. — respondió un hombre empezando a caminar.

La mano de Sunghoon se posó en mi boca empezando a apretar con fuerza por cada pisada cercana que daba uno de los hombres del bando contrario.

— shh.... — Susurró Sunghoon aún tapando la boca de Tn.

Los sonidos de las pisadas de alejaron a una larga distancia que nos favorecía y recién ahí, Sunghoon dejó de cubrir mi boca.

— a-agh... — respire agitada. — bruto...

— Sígueme. — contestó Sunghoon volviendo a levantarse.

Me levanté y lo seguí hasta entrar a una camioneta donde estaba la mayoría.

— Bien, Austin arranca.

— ¿Kiminari y Heeseung? — pregunte.

— Ellos vendrán después.

— Pero podrían estar lastimados. — respondí.

Sunghoon procedió a controlar las balas de su pistola, ignorando por completo mi presencia y mis comentarios.

— Podrían estar heridos. — aclaré.

— Cierra la boca de una vez.

ᴀɢᴇɴᴛᴇ ꜱᴇᴄʀᴇᴛᴏ x ᴛɴ 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora