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Dejé apoyar mi cabeza en el pecho de Sunghoon para abrir mis labios logrando lentamente poder respirar.

Sunghoon... El está aquí...

Una vez que conseguí normalizar mi respiración junto con mi ritmo cardíaco, solté un suspiro pero no me aleje de Sunghoon y el tampoco lo hizo.

Todo lo contrario, su mano se posó en mi espalda y la acarició lentamente.

— ¡Tn! — gritó.

Dejé de estar enfocada en un solo punto para desviar la mirada y ver a mi jefe de la cafetería.

Fue un sueño... Oh...

— ¿Estás llorando? — preguntó dejando de fruncir el seño.

— ¿Lo- Lo estoy? — pregunté notando las lágrimas.

— Ve a tomar aire y sigue trabajando... Solo... No tardes. — contestó el jefe incómodo.

Agradecí y salí de la cafetería para apoyar mi espalda en la pared y ver la plaza que teníamos enfrente.

— que tonta... — Susurré con una triste gracia.

— es solo un estúpido sueño...

Me tomé unos segundos para relajar mi cuerpo y luego seguí trabajando.

— Hey, Tn. Hoy está el aniversario de la Hefiesta. — contestó Kera.

— oh... Cierto.

— Irás, ¿Verdad?

— Si... Supongo que si, me gustaría quedar bien con el jefe asique, no tengo opción.

Kera asintió y salió de la cocina por lo que seguí trabajando hasta que se hicieron las 8.

Llegué a mi simple departamento, me agaché y sonreí al ver a Pochita, mi gato.

— pero que linda... ¿Estuviste bien sola? — pregunté sonriendo con ternura.

Ella era mi única estabilidad emocional.

Solté un suspiro hondo, le di su comida y luego me metí a duchar para empezar a prepararme para la fiesta.

Una vez que se hicieron las 12 de la noche, me tomé un taxi y llegué a la fiesta para entrar y comenzar a buscar los demás quienes estaban rodeados en una mesa llena de alcohol, cigarros y en dónde había una pequeña bolsa de pastillas...

— hola... — sonreí empezando a saludar a todos.

— ¿Quieres? — preguntó Kena ofreciendo una cerveza.

— Lo mejor sería tomar agua, después vuelvo en taxi asique... — alze mis cejas apenada.

— No seas aburrida. Hazlo por tu jefe. — respondió.

Sonreí apenada y lo tomé agradeciendo, me senté con incomodidad y empecé a tomar recibiendo algunas miradas.

— ag.. está demasiado fuerte. — contesté con cierto asco.

Solo hazlo por el maldito ascenso.

Esa botella de cerveza se fue transformando en vasos de vodka, licores y whisky entre otros.

No estaba segura en si realmente me habían colocado una droga en alguna de las bebidas pero todos parecían disfrutar del ambiente, sin embargo, era la única que ya no lo estaba disfrutando y que debía irse.

Todos bailaban, comentaban cosas y nadie parecía importarle el hecho de que estaban obligando a alguien beber más de lo debido.

Lo peor de todo es que comenzó a llover y nadie se había ofrecido a llevarme, le pedí a Kena pero se negó con la excusa que debía hacer otras cosas...

Cosas en la madrugada, ajá.

No tuve otra opción que pedir un taxi bajo un árbol.

El taxi llegó y entré tambaleandome para mirar al hombre y decirle la dirección.

Los minutos pasaron, llegué a casa sana y salva pero en vez de entrar, solo me senté en la entrada del edificio y miré la oscura calle.

ᴀɢᴇɴᴛᴇ ꜱᴇᴄʀᴇᴛᴏ x ᴛɴ 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora