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Bajé de su costoso auto y me agarré de su brazo sonriendo ante las cientos de camaras que habían a nuestro alrededor.

Aquellos reporteros y fotógrafos hacían demasiadas preguntas sobre quien era o sobre las acciones por lo que entramos rápido.

— Cariño. — respondió Rudolph.

¿Cariño?

— Luego te veo en el segundo piso, hay una habitación al final del pasillo. Ahí estaré en minutos. — contestó Rudolph acariciando la cadera de Tn.

Sonreí al saber que algunas personas estaban mirándonos y asentí para ver cómo se iba a saludar a personas.

No conozco a nadie de aquí.

Me acerque a uno de los mozos y tomé una copa de champagne comenzando a beberlo por completo.

Seque mi boca algo apenada por la mirada del chico y tomé otra copa de champagne para ver cómo Rudolph subía las escaleras por lo que decidí seguirlo con lentitud hasta entrar a aquella habitación.

— Bien... Tn. — contestó cerrando la puerta con seguro. — Me dijeron que necesitas dinero.

— ¿D-dinero? No... — murmure con desconfianza.

— Que quieres ir a ver a tus padres pero no tienes el suficiente dinero, eso oí. — respondió el hombre acariciando las curvas de Tn.

Mierda. Debo irme de aquí.

— Podría darte ese dinero. — Susurró. — Además, prometo fingir que no entraste a mi oficina el día que me fui.

Tomé distancia algo asustada y negué con la cabeza.

— yo .. yo no entré a su oficina.

— Cariño, no me mientas. Te vi, estabas leyendo un documento que no deberías haber visto. — respondió con una sonrisa de arrogancia.

— Ese Park Sunghoon no es nadie importante, por eso... Podrías ir desnudandote y yo te daré el dinero y olvidaré este asunto incómodo.

Su mano se colocó en mi cierre comenzando a bajarlo.

Tener dinero para ver a mis padres que no veía hace 5 años era una oportunidad...

El único problema de todo esto es que inconscientemente no pude tolerar cometer ese error.

Terminé empujando a Rudolph con tanta fuerza que me la devolvió con un cachetazo.
Apoyó mi cabeza y cuerpo contra el escritorio para sentir como el cierre se bajaba con rapidez.

Moví mi cuerpo con desesperación para empezar a gritar.

— ¡Ayuda porfavor! ¡Algui-

Me colocó su corbata en la boca y bajó por completo mi vestido quedando en ropa interior.

En estos momentos, uno no quiere imaginarse lo peor...

¿Moriré después de esto? ¿Abusará de mi?
¿Podré denunciarlo o deberé estar el resto de mi vida manteniendo el silencio?

Comencé a llorar mientras intentaba suplicar apesar de que no se me entendiera hasta dejar de hacerlo al oír un fuerte golpe.

— ¿¡Y tú quién eres!? — gritó Rudolph alejandose.

Me paré alejándome de Rudolph con rapidez para ver a otro hombre apuntar desde la puerta a Rudolph.

Pegué un grito más fuerte al oír un disparo por lo que me agaché y me escondí en una de las esquinas de la habitación.

— ¡Mierda! — gritó Rudolph.

Ambos comenzaron a forcejear apesar de que Rudolph tuviera herida la pierna hasta llevarse puesto uno de los vidrios de la habitación.

Rudolph quedó en el suelo quejandose mientras ordenaba urgentemente a sus guardias a subir para atraparlo.

Sin embargo, aquel hombre misterioso volvió a apuntar a Rudolph y dejó de hacerlo al ver cómo me tomaba de rehen.

— ¡Si me matas, la mataré! — gritó con desesperación caminando hasta la puerta.

Volví a llorar completamente aterrada de morir y avergonzada al estar semidesnuda enfrente de aquel hombre...

Pero de todas maneras, apenas toqué el marco de la puerta, Rudolph me empujó contra el suelo y aprovecho para abandonar la habitación con rapidez.

— agh, mierda. — corre hacia la puerta para alejarse y ver a Tn.

Miré a aquel hombre que llevaba su rostro completamente tapado para empezar a gatear alejándome con miedo.

— ¡No me hagas daño! — grité.

Aquel hombre dejó de cubrir su rostro haciéndome sentir escalofríos al reconocer.

— Suk... — Susurré.

— Debemos irnos. — contestó tirando el vestido a Tn. — vístete.

— pero...

Me mantuve en silencio y obedecí de inmediato para ver cómo se sacaba sus prendas negras y debajo de estás llevaba un traje blanco que lo hacía lucir bien.

Tomé su brazo con mucha fuerza del miedo y bajé las escaleras notando como algunos hombres subían a la habitación.

Seguramente están buscándome...

Me matarán.

— suk... — Susurré mirando a mi alrededor.

Salimos de la ceremonia y caminé hacia una pequeña calle de tierra donde había un auto.

— Suk...

— No me llames Suk. — contestó abriendo la puerta del auto.

— no entiendo... — Murmure aún estando insegura.

Un guardia de Rudolph corrió hacia donde estábamos y Suk en cuestión de segundos le había disparado sin dudar.

Había asesinado a sangre fría a aquel hombre.

— Llámame Sunghoon.

ᴀɢᴇɴᴛᴇ ꜱᴇᴄʀᴇᴛᴏ x ᴛɴ 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora