ᴀɢᴇɴᴛᴇ ꜱᴇᴄʀᴇᴛᴏ x ᴛɴ 1

19:00

Capitulo corto.

— Madam Juss. ¿Lo haremos? — preguntó un hombre cargando con un arma.

— Asesinenlos. — comentó Juss tirando su cigarro al suelo.

— ¿Que tan segura estás de que el es el verdadero Park Sunghoon?, Tia. — preguntó la rubia.

— Leila, cariño. Ve a descansar.

Juss miró al hombre y esbozó una sonrisa de excitación.

— quiero sus cuerpos aquí.

.                       .                     .

— ¡Matarán a mis padres! Sunghoon. — grité mientras lo miraba conducir.

— Mantén la calma, no los matarán, no lo harán hasta tenerte. — contestó Sunghoon.

— ¡Claro que lo harán, por algo ella lo dijo! ¿¡Acaso no sientes lo mismo que yo!? — pregunté sin pensar.

— ¡Agradece que es una amenaza y aún no están muertos! — gritó Sunghoon mirando a Tn con furia.

— ¡Ya deja d-

— ¡Cierra la maldita boca por una vez! — gritó Sunghoon  dejando de ver el camino.

Grave error.

Apenas sacó su mirada de la calle, el auto recibió un disparo en una de las ruedas provocando que el auto empezara a hacer ruidos extraños y fuertes, además de deslizarse con una peculiar rapidez.

— ¡Ah!

En cuestión de segundos, el auto había empezado a girar constantemente... Haciendo que los vidrios de las ventanas se rompieran por completo.

Cerré mis ojos aterrada para pegar otro grito más al sentir como la puerta de mi derecha se abría por completo y salía volando a lo lejos.

De no ser porque Sunghoon me sostuvo con demasiado fuerza, ya habría Sido expulsada por algunas de las ventanas...

— a.agg.h..

Abrí mis ojos respirando con agitación para notar que no tenía ningún rasguño y que tampoco me había golpeado... Apenas tenía pequeños pedazos de vidrio en mi cabello, sin embargo, mi cuerpo no dejaba de temblar.

Estaba tan aterrada pero de alguna manera no lograba demostrarlo...

Tal vez era porque era consciente de que Sunghoon estaba peor que yo y que no quería preocuparlo con mi miedo...

— m-mi...mierda...

Me giré oyendo los quejidos de Sunghoon observando como levantaba su cabeza que estaba apoyada en la bolsa de aire expulsada del volante.

Su cabeza sangraba constantemente cubriendo una gran zona de su rostro...

¿Una contusión? De ser así, debía ser tratada de inmediato o podría desmayarse en cualquier momento.

— Sung-hoo...n... — Susurré con dificultad.

— de..debemos irnos.

Sunghoon abrió lentamente la puerta de su auto por lo que decidí hacer lo mismo.

Mierda... Mis piernas no dejan de temblar...
Mantén la calma.. porfavor...

Rodeé el auto para acercarme a Sunghoon y ayudarlo a mantenerse de pie.

Se ve demasiado mal.

— yo puedo... — contestó alejando a Tn.

Desvíe la mirada con incomodidad hasta tapar mis oídos al oír un disparo pasar lo suficientemente cerca como para rasguñar mi brazo.

— ¡Corre! — gritó Sunghoon tomando la mano de Tn.

Comencé a correr junto con el para bajar al subterráneo de una estación de trenes nueva.

Ignoré cómo algunas personas empezaban a alejarse de nosotras sin tener el valor o un poco de humanidad para auxiliarnos... dejando el pasillo completamente vacio.

— entremos... — contestó Sunghoon apretando la herida de su frente.

Entramos a uno de los vagones del tren para acercarme a Sunghoon y observar su corte.

— Debemos llamar a los demás, Sunghoon — respondí moviendo su cabello para ver mejor su herida.

— Con que Sunghoon, eh. — Murmuró un hombre al fondo del vagón.

Sunghoon dejó de agachar la cabeza y la movió lentamente hacia la dirección de dos hombres que nos miraban con una torpe sonrisa de arrogancia...

— ¿Tú eres el famoso Park Sunghoon? — preguntó uno de los hombres.

— No creas que te tengo miedo, chino estúpido. — comentó un morocho.

— ¿Chino? — preguntó Sunghoon riendo mientras sacaba el exceso de sangre que se acumulaba en su ojo.

— He esperado por este tiempo hace meses... — comentó el morocho sonriendo.

Sunghoon colocó su mano en mi estómago y me empujó lentamente hacia atrás.

— Atrás. — comentó Sunghoon.

— Yo puedo defenderte, puedo defenderme a mi misma. — contesté con valor.

— No, no puedes.