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Abrí mi boca intentando quejarme del dolor pero no tuve el tiempo suficiente que ahora Salom había tomado mi cabello para arrojarme al suelo.

— Eres bien costosa. — contestó Salom con una sonrisa.

— ¡Ayu-

Golpeé mi cabeza contra el inodoro y automáticamente caí al suelo.

No logro reaccionar... Siento que mi cabeza va a explotar y no puedo ver con claridad.

— Que importancia tienes para el jefe... — Susurró Salom disfrutando de la escena. — De todas maneras, en el acuerdo no decía el hecho de que pueda saborearte con mi lengua.

Salom tomó la punta de mi vestido por lo que intenté alejarme hasta estar al costado del inodoro.
Mis manos se resbalan al sostenerme del mármol manchado con mi sangre mientras que no dejaba de mover mis piernas con desesperación.

— ¡Ayuda! — grité angustiada.

¿Cómo es que nadie podía oírme?

¿Que tan profundo era su sueño?

O... ¿Acaso todos estaban drogados? ¿Por eso Sunghoon no estaba a mi lado?

— Tn — preguntó Sunghoon fuera del baño.

Miré al hombre y luego a la puerta para intentar hablar y ser callada por un fuerte golpe de su puño.

Me había desmayado por su golpe.

.           .           .

— ¿Tn?

— Tn...

— ¿Me escuchas?

Observé a Sunghoon demasiado cerca de mi que preguntaba si me encontraba bien...

¿Dónde está el hombre? ¿Que pasó? ¿Me desmayé?

Sunghoon se levantó para abrir la llave de agua y sin mucha importancia miré a mi alrededor hasta acumular suficiente aire al ver aquel hombre sentado en el inodoro.

Está muerto.

La cabeza del hombre estaba repleta de sangre, su nariz la tenía quebrada, en sus labios tenía un pedazo de tela que le prohibía hablar o gritar pero sus manos estaban completamente cortadas...

Sunghoon lo mató he intento sacarle información...

— ¿Que sientes? — preguntó Sunghoon.

Levanté la cabeza mirando la espalda descubierta de Sunghoon.

El se había sacado la camisa para mojarla he intentar ayudarme con mis heridas...

— no...no siento mucho... — Murmuré observando su espalda trabajada.

— ¿Que pasó? — pregunte sin sacarle la mirada.

Sunghoon se volteó y se acercó para apoyar su camisa en la herida de mi cabeza.

¡Está demasiado cerca!

— Los pasajeros están drogados. — contestó. — todos están durmiendo en este momento, todos contando Heeseung, Kiminari y Austin. Yo fui el único junto a ti que no fuimos drogados.

— Seguramente pensó que podría conmigo. — Murmuró Sunghoon mirando el cadáver.

— No podremos salir de aquí hasta que la mayoría se baje, sino, comenzarán a sospechar — contestó nuevamente.

— yo...yo puedo. — Murmure sosteniendo la camisa mojada.

Sunghoon se alejó y se levantó quedándose apoyado en el lavamanos permitiendo una vista más amplia de su abdomen ejercitado...

No quiero decir esto porque no es el momento pero...
No puedo pensar en el dolor si veo a Sunghoon de esa manera...

Es demasiado atractivo...

— Tienes un leve corte en tu cabeza. — contestó Sunghoon.

— Lo suponía...

— No es nada grave, te recuperarás en menos de una semana. — respondió.

Sunghoon se sentó enfrente de mí y apoyó su espalda contra la pared para agachar su cabeza y cerrar sus ojos intentando descansar.

Algo más importante llamó mi atención...

Sus manos estaban lastimadas, especialmente sus nudillos... No tenían sangre ya que probablemente haya querido ser cuidadoso he intentar no llamar la atención con sus heridas pero claras estaban.

Miré el cadáver por última vez dándome cuenta de la deformidad de su cráneo.

Tenía una hundidura...

Sunghoon había golpeado salvajemente en la cabeza a aquel hombre y esa fue la principal causa por la que falleció...

Nadie muere porque le corten los dedos.

ᴀɢᴇɴᴛᴇ ꜱᴇᴄʀᴇᴛᴏ x ᴛɴ 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora