ᴀɢᴇɴᴛᴇ ꜱᴇᴄʀᴇᴛᴏ x ᴛɴ 1

16:00

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— ¿¡Cómo se te ocurre decir tu verdadero nombre!? — gritó Sunghoon.

Pegué mi cuerpo contra la puerta al ser acorralada por Sunghoon.

— ¡Se me escapó! — grité molesta.

— ¿¡Crees que puedes cometer errores así!?

— ¡No eres nadie para gritarme de esa manera!

Intenté empujar su pecho pero sus reflejos me ganaron.
Sunghoon tomó mis dos manos con solo una de sus manos y las elevó hasta dejarlas arriba de mi cabeza contra la pared.

— ¿Siempre eres así de estúpida? — preguntó agitado mientras acercaba su rostro a Tn.

— ¿Siempre eres así de egoísta? — pregunté aún molesta.

— Esa mujer es demasiado cercana a Rudolph, claramente hablará de nosotros.

— ¡Me da igual! — respondí.

— ¡Nos matará a todos por tu culpa!

— ¿¡Y qué!?

Sunghoon se mantuvo aún cerca de mi hasta el punto de ser él quien cortó la distancia en un beso.

Hundió sus labios contra los míos e inmediatamente sus manos se posaron en mis caderas para próximamente ser alzada por el.

Apesar de todo eso, no me quejé, no lo alejé y tampoco me negué en recibir su beso.

Todo lo contrario.

Estoy disfrutando de sus besos.

Fui acostada en la cama por lo que seguí besándolo de forma lenta hasta comenzar a desnudarme al saber que el estaba deshaciéndose de su camisa y del cinturón junto con su pantalón...

Así de rápido fue desnudarnos.

Me acomodé en medio de la cama para sentir la excitación ante los roces de sus manos y apretones en mis piernas junto a sus besos húmedos en algunas zonas de mi cuello.

Intentó bajar mis bragas pero por primera vez en mi vida logré frenar algo que podría convertirse en un error.

— condón... No tienes un condón... — respondí con cierta agitación.

Sunghoon se alejó soltando un suspiro pesado y decidí levantarme hacia el baño.

Era la semana del hotel en donde siempre debería haber condones en las habitaciones, de no ser, ¿Cómo harían los miembros de la organización para tener sexo con prostitutas?

Abrí varios cajones hasta conseguir uno y acercarme a Sunghoon.

El abrió el paquete y bajó su boxer dejándome ver su miembro no erecto.

— déjame ayudarte... — Susurré.

Me agaché enfrente suyo, tomé su miembro que aún no tenía el condón y lo introduje en mi boca empezando a lamer y chupar de el.

Sunghoon apoyó sus codos en la cama y relajó un poco su cabeza disfrutando de los movimientos.

Metí más su miembro en mi boca para sacarlo y comenzar a acariciar la piel húmeda de su pene.
Lamí mis labios tratando de mantener mi respiración para proceder en mansturbarlo...
No estaba segura en si debía hacerlo pero sus jadeos me hicieron entender que le gustaba.

Seguí así durante cortos segundos notando sus venas marcarse y su seño fruncirse de una manera sexy para chuparlo una última vez sintiendo la pequeña presión de su mano en mi cabeza.

— a.ah...

Sunghoon alejó mi cabeza y se colocó el condón para tomar mi cadera y guiarme para sentarme en sus piernas ejercitadas.

Metí su pene en mi intimidad para dar lentos movimientos que se transformaron en saltos cortos.

Mi cabello se movía ante cada salto y mis pechos también.

En ese momento, pude darme cuenta de la hipnotizante mirada de Sunghoon.

Sus ojos reflejaban deseo.

Sus manos se pusieron en mi cadera y me tiraron a la cama para quedar debajo de el volviendo a sentir como introducia su miembro y daba inicio a sus estocadas.

Solté gemidos y lamí mis labios de la sequedad para volver a besar los labios de Sunghoon.

— su-sunghoon...

¿Recuerdan que en su momento dije que no tenía una relación desde los 18? Bueno, eso incluye en lo sexual.
Desde esos 6 años, jamás disfruté tanto tener sexo con alguien.

Sunghoon agachó la cabeza mientras jadeaba acelerando más sus movimientos haciéndome saber que no tardaría mucho en aguantar.

Seguí soltando gemidos, algunos ahogados para acariciar su espalda hasta cubrir mi rostro en su cuello cerrando mis ojos y dejando relajar mi cuerpo.

Estaba llegando a mi límite y el también.

Sunghoon tapó nuestro cuerpo como pudo y bajó el ritmo de sus estocadas para solo dar leves movimientos al estar agotado y preocuparse en besar mis labios sin apuro.

Sus manos acariciaron mi pierna con suavidad siguiendo el ritmo del beso hasta tomar distancia y caer rendido a mi lado.

Podía observar como su pecho subía y bajaba constantemente.

Ambos estábamos agotados y debíamos dormir pero...

¿Cómo dormiría después de esto?