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Desvíe la mirada con incomodidad y simplemente acaricié mis manos con lentitud.

— A dónde vamos Sunghoon.

— edificio sub central de la OPSM. — contestó Sunghoon en orden a Austin.

Miré a Sunghoon por cortos segundos quien miraba un punto fijo y dejé de hacerlo para lamentarme ante la perdida de Polo.

Empecé a llorar en un tono lo suficientemente alto como para que Sunghoon y Austin se dieran cuenta.

Ambos se miraron entre el espejo retrovisor y pensaron lo mismo.

Yo estoy llorando y ellos piensan sobre porque estoy llorando.

¿No es obvio?

Llegamos hacia un enorme garage mecánico abandonado para entrar al lugar con mi bolso y quedarme en una esquina viendo cómo empezaban a conectar aquella tecnología último modelo.

— ¿En qué puedo ayudar?... — pregunte.

Necesitaba distracciones.

— Quédate sentada.

— Quiero ayudarles...

— Me ayudarías quedándote sentada, suficiente tenemos contigo. — respondió Sunghoon.

— ¿Podrías tratarme un poco mejor? — pregunté.

Sunghoon volvió a ignorarme.

— ¡Yo no pedí estar con idiota como tú! ¡Si tanto te molesta mi presencia hubieras dejado que el maldito idiota abusara de mi y me asesinara en esas cuatro paredes! — grité con impotencia.

Pase mi mano por mi nariz húmeda y salí del garage para quedarme sentada en una banca que estaba cerca del lugar.

Apoye mis pies en la banca y me di un abrazo a mi misma mientras dejaba salir las lágrimas...

— deseo morir. — Susurré.

— yo también deseo morir, pero solo aveces. — respondió Heeseung caminando hacia Tn.

— tú...

— Lamento el comportamiento de Sunghoon. Solo que se estresa demasiado cuando algo sale mal. — respondió Heeseung metiendo sus manos en los bolsillos de su pantalón.

— En fin. Te necesitamos adentro, nos servirás de ayuda y debemos explicarte lo que harás.

.                .               .

— ¿Prostituta? — pregunté.

— Nuestros rostros están completamente cubiertos, no hay nadie que sepa quiénes somos. — contestó Sunghoon.

— Además, Kiminari tampoco puede fingir ser una. Ella estará monitoreando para nosotros.

— ¿Y Austin? — preguntó Austin en broma — Yo estaré en el auto. Esperando.

— Entonces... Debo vestirme como...

— es una fiesta de disfraces en uno de los prostíbulos más famosos de la zona... Podrías ir disfrazada de diabla. — Murmuró Heeseung.

— o de coneja. — respondí Sunghoon

— Enfermera. — comentó Austin.

— Secretaria. — comentó Kiminari. — Ustedes solo buscan los típicos trajes sexualizados.

— ¿Una secretaria sexy no lo es? — preguntó Sunghoon.

Kiminari se quedó en silencio y levantó sus hombros esperando que los demás elijan como iría disfrazada.

— Conejo. — comentó Sunghoon. — Te disfrazaras de coneja Playboy.

¡Adoro ese disfraz! Broma. ¿No?

Kiminari saco una bolsa para abrir el cierre de dicha bolsa y sacar el disfraz con el que iría vestida.

— Tienes que acercarte a Gustavo. — contestó mostrando una imagen de un hombre anciano. — tienes 58 años y ya sabes en lo que está metido.

— Entiendo.

— Ese hombre debes llevarlo a la habitación 14 y el resto nos encargaremos. — contestó Sunghoon dejando de apoyarse en la mesa.

Sunghoon cruzó sus brazos dejando a la vista sus brazos ejercitados y sus venas resaltadas.

— ¿Entendiste? — preguntó Sunghoon mirando a Tn.

— Si...

— Bien. Nos iremos ahora. Entrarás por la salida de emergencia, irás a los baños del personal y saldrás disfrazaras. Heeseung y yo estaremos como un hombre más de dicho bar. A las 2 en punto deben estar en la habitación . — contestó Sunghoon

— Está bien. — respondí con seguridad.

— Bien, larguemosnos de aquí.

ᴀɢᴇɴᴛᴇ ꜱᴇᴄʀᴇᴛᴏ x ᴛɴ 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora