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— tu mano..  — Susurré.

— Estoy bien. — contestó con sequedad.

Claro que no. Seguramente le debía doler como una mierda pero claro, el no lo diría y menos lo demostraría.

Lo seguí en silencio para frenar mi paso al ver pequeñas gotas de lluvia caer.
Sunghoon aceleró su paso y caminó hacia una de las paradas de buses vacías.

Ya era oscuro y las personas no había nadie en esta parada.

— ¿Te duele mucho? — pregunte.

— Dije que estoy bien. — contestó aún apretando su muñeca.

Me senté en la banca y miré cómo apoyaba su cuerpo en una de las enormes pantallas de publicidad de las paradas.

Mierda. Debo cambiar de tema...

— Veo que no eres bueno fingiendo estar de pareja.

Sunghoon no contestó mi comentario y mantuvo su mirada en el suelo.

Dejé de mirarlo una vez más para agachar la cabeza por largos segundos hasta que la lluvia se hizo más pesada, ruidosa y fría...

— Nunca tuve una relación. — respondió.

— eh? ¿Nunca? — pregunte asombrada.

— Nunca. — respondió — Salí del orfanato cuando tenía 18 y me contrataron como agente de la OPSM al segundo día de mi legalidad.

— oh... ¿Pero nunca has tenido algo por algui-

— No, siempre me mantengo enfocado en mi trabajo... Después de todo, llevo 7 años cumpliendo para ayudar a los demás...

Ayuda a los demás porque nadie lo ayudó a el cuando más lo necesitaba.

— Nunca me ha gustado alguien. — contestó — Tampoco me he sentido atraído por alguien. Es raro decirlo pero es una realidad...

Miré el bus frenar para acercarme para empezar a subir.

— Tal vez porque te agobias en tus problemas y no te permites descansar para conocer a alguien más. — respondí.

Dejé que Sunghoon pagara el boleto ya que no tenía dinero ni tampoco tenía la posibilidad de llevar dinero.

Caminé al final de los asientos y me senté al lado de la ventana, allí apoye mi cabeza y observé con mucho cansancio la ciudad.

— ¿Que pasará con el auto? — pregunté.

— Mañana lo buscaré. — contestó.

— ¿Tu solo? — pregunté para tapar mi boca y bostezar.

Sunghoon no me respondió por lo que cerré lentamente mis ojos he intenté descansar.

Los minutos pasaban y mi cabeza no dejaba de golpearse torpemente contra la ventana pero no...
No me movería porque ya había encontrando algo más cómodo, además, no podría dormirme en algo que está en constante movimiento por lo que solo mantenía mis ojos cerrados aparentando dormir.

Y Sunghoon, quien creyó haber estado dormida, tomó mi brazo con lentitud, luego mi cabeza para apoyar mi brazo en su pierna para más comodidad y luego mi cabeza en su hombro...

— eres tan tonta. — Susurró Sunghoon mirando atentamente a Tn.

¿Tonta? ¿Y el que es?

Sunghoon acarició lentamente mi cabello provocando una placentera relajación en mi cuerpo y así, más minutos pasaron hasta que movió mi hombro con delicadeza intentando despertarme por lo que abrí mis ojos, estiré un poco mis brazos y me levanté fingiendo haber estado dormida...

No quiero que se sienta avergonzado por sus cariñosas acciones...

Bajamos del bus y comenzamos a caminar en silencio hasta la sub base.

—  Con que doctor jirafa, ¿Eh? — bromeé.

— Ellas vinieron de la nada. — respondió con gracia.

— Te veías tierno junto a aquellas niñas... — murmure con una torpe sonrisa.

— ¿Yo? — preguntó asombrado. — claro que no.

— Se ve que te gustan los niños. — respondí.

— Me gustan, en el orfanato siempre jugaba con niños más pequeños que yo ya que por edad era bastante obvio que era el único mayor de ese lugar junto con Heeseung...

Sunghoon dejó de sonreír y siguió caminando.

Toqué un tema sensible... Ugh.

— De todas maneras, parecían una familia... — respondí abriendo la puerta del lugar.

Fui la primera en entrar para caminar con lentitud ante el comentario de Sunghoon...

— ¿Una familia?... — Susurró.

— Por fin volvieron. — contestó Kiminari quejándose. — ¿Dónde estaban?

Me senté en la silla de la sala principal y suspiré hondo dejando cerrar mis ojos sin importar que estuvieran los demás trabajando en buscar a Heeseung.

Sin duda, hoy había conocido una pequeña parte del Sunghoon tímido que jamás había pensado.

Una parte en dónde se sinceró y demostró cariño con sus palabras...

Me gustaba poder conocer a Sunghoon, me gustaba ser la única que logró que dejara salir esa típica faceta de hombre duro y sin sentimientos...

Porque seguramente, debe haber más en el.

Debe haber un lado en dónde pueda llorar y dejar abrir sus emociones más profundas...

— Tn, ¿Podrías ayudarme con mi quemadura? — preguntó Sunghoon.

— Si, claro que sí. — respondí levantándome de mi asiento. — Buscaré un botiquín d-

— No, acompáñame a mi habitación, allí hay uno. — respondió alejandose.

¿A su habitación? ¿Yo?

ᴀɢᴇɴᴛᴇ ꜱᴇᴄʀᴇᴛᴏ x ᴛɴ 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora