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Me levanté sintiendo mi cuerpo temblar por lo que estaba viendo hasta soltar un quejido ante el agarre de Sunghoon en mi brazo.

— Ag-h me lastimas. — contesté siguiéndolo a la fuerza.

Al llegar a una habitación, me alejé con fuerza y acaricié lentamente mis muñecas...

— ¿No estás cansada? — preguntó Sunghoon.

— ¿Cansada?... No... No en-

— ¡Deja de molestar! — alzó la voz molesto.

No lo entiendo... ¿Porque me estaba gritando?
¿Porque tenía la culpa?

Cerré mis ojos alejándome aún más para sentir como se acercaba.

— ¡Te fuiste hace tiempo asique no vengas aquí por ayuda o fingiendo que realmente la pasaste mal cuando empezaste una nueva vida! — gritó aún más fuerte.

De tanto que me alejé, terminé apoyando mi cuerpo en la pared y Sunghoon acorralando.

— ¡Lo único que haces es arruinar nuestras vidas!— gritó golpeando la pared con furia.

Mis ojos comenzaron a dejar salir las lágrimas de lo asustada que me encontraba.

Los gritos, los agarres y los golpes me traían muchos recuerdos traumantes...

Sunghoon fue consciente de que tanto me afectaba y solo se limitó a tomar distancia he irse.

Está... Está tan diferente...

Me senté en el suelo de la habitación y abrace mis rodillas sintiéndome de la peor manera.

No quería ser rechazada, ignorada y menos una molestia para Sunghoon.

Desde que todo sucedió, Sunghoon ha Sido la única persona que he tenido, he puesto mi confianza y mi fé para poder levantarme cada día y ahora que suceda esto, realmente era una fuerte recaída.

Oi alguien entrar he inmediatamente seque las lágrimas y escondí un poco mi rostro.

— Hey. — contestó Luke.

— Me puedo ir de aquí, ¿Verdad?

Luke se quedó mirándome y de forma apenado negó con la cabeza.

— Ya no...

Otra vez estar aquí...

— No se cuál sea tu historia con Sunghoon... — contestó Luke sentandose al lado de Tn. — Pero te daré una mano aquí...

— Hace tiempo perdí la noción de como defenderme ante un ataque. — Susurré sin ganas.

— No quiero preguntar sobre las marcas. — contestó mirando las cicatrices de las ataduras — y esperaré hasta que tú lo digas.

Cierto...

Las cicatrices lo único que habían logrado hacer es desaparecer un poco menos pero aún asi, era notable y llamaba la atención.

Cuando trabajaba en la cafetería, las personas siempre miraban mis muñecas.

— ¿Y como estás tan seguro que te diré? — pregunté.

— No lo estoy. — respondió con franqueza. — pero tengo fé en que lo dirás.

Luke me siguió viendo con una tierna sonrisa y colocó su mano en mi cabello desacomodando torpemente algunos de mis mechones.

— Tómate tu tiempo para descansar.

Observé como se levantaba y salía de la habitación con tranquilidad.

ᴀɢᴇɴᴛᴇ ꜱᴇᴄʀᴇᴛᴏ x ᴛɴ 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora