ᴀɢᴇɴᴛᴇ ꜱᴇᴄʀᴇᴛᴏ x ᴛɴ 1

45:00

Capitulo corto

Observé como lentamente iba desapareciendo entre los callejones hasta sentir la mano de Heeseung posarse en mi hombro.

— Se escapó, otra vez. — respondió Heeseung.

— Yo... Yo puedo buscarlo... Deja-

— No cariño, te haz esforzado mucho... — contestó Heeseung acariciando lentamente el hombro.

— pero...

— Tengo que mostrarte algo. — contestó Heeseung. — Vamos al auto, cariño.

No sé si esto era bueno o malo...

Mordí mi labio con arrepentimiento ante mi farsa.
Pude ver claramente la decepción de Sunghoon en sus ojos... Se supone que era una cita en dónde me había confesado sus sentimientos, en dónde me había besado y me había hecho sentir como si estuviera en una vida normal...

Algo que no siento desde hace mucho tiempo...

No solo lo lastimé, perdí su confianza.

Heeseung me metió al auto y comenzó a conducir hacia el mismo edificio de hace unas semanas.

Entré y lo seguí por un pasillo muriendo de la emoción por ver a mamá...

Dios... Deja de temblar tn... Controlate, verás a tu mamá ser feliz, ser libre.

Era el pasillo en dónde encerraban a mamá, junto a las mujeres de prostitución.
Un pasillo que sin duda no me gustaba estar.

Una vez que entré a la habitación, sonreí con nostalgia al verla.

— ¡Mamá!

— Ve a abrazar a tu mamá, cariño. — contestó Heeseung en la puerta.

Solté un suspiro de alivio y aceleré mi paso con intención de abrazarla pero frené mi paso en seco.

Una leve brisa pasó por mi cabello para próximamente sentir las gotas de sangre salpicar mi rostro, abrí mis ojos con desesperación y observé el cuerpo inerte de mamá caer lentamente al suelo.

Heeseung le había disparado en la cabeza...

Mamá murió al instante, enfrente de mis ojos y sin haber tenido la oportunidad de abrazarla...

Un gemido de agonía salió de mi boca al no poder respirar con normalidad.
Las lágrimas apenas se deslizaban por mis mejillas y aún no era capaz de hablar o hacer algún ruido...

Estoy en shock.

— ¿Crees que te lo mereces? — preguntó Heeseung susurrando en el oído de Tn.

No puedo hablar...

— Mira lo que provocaste, otra vez, mataste a tu única familia. — contestó Heeseung.

— yo...yo hice lo que me dijiste... Me prometiste dejar..

— ¿Prometer? Yo nunca prometo. — contestó Heeseung.

Heeseung movió mi cabello a un costado y dejó un corto beso en mi cuello.

— No me hagas enojar y sé obediente. Es tu castigo. ¿Recuerdas?

Su mano subió lentamente mi vestido y mi única reacción fue empujarlo.

— ¡Y-yo no tengo que trabajar para ti! ¡Prometiste cuidar a mi familia y ya no tengo nada! — grité sucumbida en el pánico.

— ¿Ya no? — preguntó con curiosidad.

— ¡No!

— Tienes una deuda conmigo.

Heeseung se acercó con lentitud y en un segundo tomó mis muñecas con solo una mano para acorralarme contra la pared.

— Obedece a papi y desnudate para mí.