ᴀɢᴇɴᴛᴇ ꜱᴇᴄʀᴇᴛᴏ x ᴛɴ 1

37:00

Acaricié mi brazo con cierta incomodidad ante su repentina acción y desvíe la mirada.

— Vámonos.

Lo seguí fuera del hospital para sentir una presentimiento extraño...

Algo no me gustaba, sentía miradas por todas partes y mi cuerpo me alarmaba de ello.

Voltee mi rostro para ver a mi alrededor con suma atención y cuidado.

— ¿Que miras? — preguntó Sunghoon abriendo la puerta del auto.

— Creo que alguien no está siguiendo. — contesté.

Sunghoon cerró la puerta del auto con lentitud y miró a su alredor estando alerta de mi advertencia.

— No es nadie, olvida eso. — contestó Sunghoon sonriendo.

Pero que...

Sunghoon colocó seguro a su auto y caminó hacia mi para pasar su brazo por mi cadera y darme un abrazo mientras comenzaba a caminar.

— ¿Quieres ir a comer? — preguntó Sunghoon sonriendo.

— Sunghoon...

Miré sus ojos y pude notar de inmediato a lo que se refería.

— Cualquier cosa, estará bien. — respondí sonriendo.

Nos metimos a una calle más poblada y llena de luces, era más bien un barrio chino.

— La rueda está pinchada. — Susurró Sunghoon mientras acariciaba lentamente la cadera de Tn.

— L-la... La rueda? — pregunté con nervios.

— Si además, no quería decirlo pero alguien estaba sentado en la banca cuando aquellas niñas nos llamaron la atención. Ese alguien, estaba mirándonos fijamente apesar de fingir estar leyendo una estúpida revista. — contestó Sunghoon.

Seguimos caminando hasta que Sunghoon frenó, no sin antes soltar un último suspiro antes de besar mis labios.

Oh... Sunghoon me había besado...
Que lindo sentimiento...

Pero.

¿Suspiró antes de hacerlo?

Oh.

Correspondí a su beso dejándome llevar por mis pensamientos para sentir como sus brazos acariciaban mi espalda hasta tomar distancia de nuestros rostros.

— comeremos aquí, cariño. — contestó Sunghoon acomodando el cabello de Tn.

Mierda.

Por más que haya sido para escapar de aquel hombre, Sunghoon no puede decirme cariño.

¿Acaso no sabe lo que provoca?

Asentí y lo seguí en silencio para sentarnos en una de las mesas de esa tienda de comida china.

— Se supone que debería irse. — contestó Sunghoon mirando su reloj.

— Debería. — murmure.

El hombre entró al lugar y se sentó en una mesa que estaba a nuestro lado, la distancia de ambas mesas era de tan poco que lograba ponerme nerviosa para cometer acciones estúpidas.

— ¿Q-que pediremos? — pregunte.

— ¿Que quieres comer? — habló con tranquilidad.

— Dijiste que querías comer sopa. — respondí.

— Eso dijiste tu. — respondió.

— Ah... Cierto — reí.

Sunghoon acercó su mano a mi mejilla y la acarició lentamente.

— ¿Tienes fiebre? Estás diciendo estupideces.

No puedo creerlo. ¿Así de frío y seco es en una relación?
¿Cómo se le va a ocurrir decirme eso? Se supone que soy su novia, no su amigo.

— Pediremos la sopa... Wantán.

Sunghoon llamó a una anciana que trabajaba y le pidió lo que habíamos elegido.

— ¿A dónde quieres ir después? — preguntó Sunghoon tomando el teléfono.

— A... Al departamento. — murmure.

Miré al hombre por el rabillo del ojo y solté un suspiro al saber que estaba anotando todo lo que decíamos.

Seguramente debe ser un agente inexperto, cualquiera que fuera de nuestro rango de habilidad se aseguraría sobre si en verdad estábamos diciendo lo que ayudaría a finalizar su trabajo.

— ¿Y que deb-

Me asusté al ver cómo Sunghoon pateaba la mano del hombre que sostenía una pistola y próximamente como Sunghoon agarraba el plato hondo con la sopa hirviendo y se lo tiraba en el rostro.

— ¡Vámonos! — gritó Sunghoon separandose del hombre.

Sunghoon agarró la cabeza del hombre y la estrelló contra la mesa de madera para tomar mi mano y escapar de aquel restaurante con prisa.

— ¿Que mierda fue eso? — pregunté mientras caminaba apresurada.

— Iba a dispararte. — contestó — tenía el arma en la mano, ¿No te das cuenta? — preguntó molesto.

— No te molestes conmigo. — contesté defendiendome.

— Entonces no seas tan estúpida. — contestó aún caminando mientras apretaba la mano de Tn.

Me safe de su agarre y empujé sus hombros con molestia.

— ¿Que mierda sucede contigo? — pregunté.

Sunghoon no se esforzó siquiera a responder mi pregunta que me dió la espalda ignorandome y siguió caminando.

Tomé su mano con fuerza he inmediatamente me sorprendí al ver cómo se quejaba.

— a-agh.

Sunghoon apretó su muñeca mientras ocultaba su mano colorada ante la sopa hirviendo.

Se había quemado...