Mary y Ririka amaban consentirse dándose regalos o simplemente dándose amor y cariño, no importaba en que sentido ambas adoraban estar juntas.
La rubia buscaba un regalo perfecto para su novia, pronto sería su aniversario de 4 meses de noviazgo y debía darle algo majestuoso, sabía que Ririka le daría algo costoso pues para la albina era algo complicado las palabras o las muestras de afecto, así que siempre le daba regalos caros, aunque ya le había dicho un billón de veces que no era necesario.
Mary: será que le doy un oso de peluche gigante -murmurró pensativa.
Negó con la cabeza ya se lo había dado en otra ocasión y su cuñada le había comprado otro peluche gigante así que peluches no.
La rubia suspiro no importaba que tipo de regalo le quería dar siempre era lo mismo, agotador por ser tan indecisa.
Con Ririka
La albina estaba abrazando a su peluche gigante de oso que su querida novia le regaló.
Ririka:¿Que debería darle? -murmurró mirando a su peluche de Pikachu que su tío le regaló hace años.
La albina estaba perdida en sus pensamientos que no se dio cuenta de que su fiel mascota y gato había llegado en busca de atención.
Vainilla: miau {¿Que pasa?}.
Ririka: oh, vainilla eres tú, nada solo que dentro de una semana será mi aniversario con Saotome-san y no sé qué regalarle ¿Que debería hacer? -murmurró cansada.
El felino se acercó a su dueña y se acostó en su barriga algo que no paso desapercibido por la albina quien le acarició la cabeza.
Vainilla: miau miau miau miau {si esa chica te ama le gustará lo que sea que le des}.
Ririka: gracias vainilla pero quiero darle algo especial -murmurró con un gran sonrojo en sus mejillas.
Vainilla: miau miau miau miau miau miau miau {¿Por qué no la llevas a un lado? O ¿Haces algo que nadie sepa?}.
Ririka se levantó del suelo y abrazo con cariño a su gato quien recibió la muestra de afecto a gusto, ambos estaban tanto tiempo juntos que se entendían a la perfección.
Ririka: arigato vainilla-chan, te daré un nuevo juguete -dijo con una sonrisa.
El gato no dijo nada y solo se acurrucó en el de su dueña, Ririka ya tenía el lugar ideal para ella y Mary y se le había ocurrido una regalo perfecto.
Con Mary
Con un gran esfuerzo la rubia había conseguido el regalo perfecto para ella y Ririka.
Mary: espero que le guste -dijo con una sonrisa.
La rubia se fue a su casa a descansar para mañana ya que le tocaba ir a esa academia de lunáticos que lo único que la hacía ir alla, además de la beca que tenía era Ririka.
A la mañana siguiente
Ririka estaba en uno de los pasillos llamando a Sakura para su sorpresa, Mary llegó por detrás de la albina y la abrazo por sorpresa asustando en el proceso a Ririka.
Ririka: Saotome-san -dijo con un pequeño puchero.
Mary se rió por la ternura de Ririka y sin poder evitarlo se acercó a su novia y le plantó un besito corto.
Mary:¿Como dormiste cariño? -pregunto con una sonrisa.
Ririka: b-bien -murmurró apenada.
La rubia beso el cuello de su albina Ririka se tenso por la acción de su pareja, desde que ambas habían empezado a salir Mary se había vuelto celosa y posesiva con ella, siempre le daba algo para que todo el mundo supiera que ella ya tenía dueña.