Itsuki Sumeragi hace algunos meses había empezado a salir con Kaede Manyuda, el hombre de sus sueños y quién creía ingenuamente que compartiría toda su vida pero la realidad fue otra.
Salir con Manyuda era algo difícil por no decir pésima, el mayor jamás mostraba cariño, al principio lo entendía pero ya después de un tiempo la entristecía, estaba lo distante y frío que era con ella tanto en público y cuando estaban solosz cuando salían siempre se quejaba de demorarse, sin importar que se demorará 1 minuto de la hora acordada.
Todo eso había hecho que Itsuki perdiera el amor que sentía por Kaede y gracias a sus amigas y amigos había terminado con el chico que poco le importó eso, algo que de verdad le había dolido.
La ojiazul creía que nunca volvería a sentir algo por alguien pero Miroslava Honebami había cambiado sus planes. Aunque al principio seguía el miedo y la incomodidad de su primera interacción la mayor nunca demostró enfado u odio hacia ella, es más la alago diciendo que era una de las mejores manipuladoras que había conocido.
El tiempo pasaba y la amistad de las 2 crecía volviéndose algo más, un sentimiento nuevo para la ojiverde y un miedo de ser tratada igual o peor como Kaede lo había hecho, pero a pesar de tener miedo se aventó y se le declaró a Miroslava siendo correspondida por ella.
Todo estaba bien en su relación pero el miedo de Itsuki seguía dentro de su ser y Miroslava lo sabía.
Una y otra vez tu cabeza vuelve a pensar en él
Aunque la menor intentará borrar todos los recuerdos con Manyuda era difícil por estudiar en el mismo lugar que él y que Yumeko sea pariente de la presidenta y vicepresidenta no ayudaba en nada, inconscientemente recordaba lo que había vivido con él y no podía evitar soltar algunas lágrimas.
Miroslava a pesar de su actitud amenazante era suave con Itsuki, la abrazaba y la mimaba para que se calmará y recordara que ella estaba allí.
Miroslava: ya, ya, él no volverá a lastimarte -murmurro con suavidad.
Siempre funcionaba y cuando Itsuki se tranquilizaba se sentía apenada por lo que había pasado.
Itsuki: perdón... -murmurro nerviosa.
Miroslava beso la frente de Itsuki con cariño y le sonrió suavemente, la menor se sintió feliz de tener a alguien como la ojiverde que no la juzgaba.
No lo dejas irse, no
Oyes voces sin control
Voces que dicen qué...
Él lo superó y te toco perder
Miroslava de levantó del sofá y se fue a la cocina dejando a Itsuki sola, la mayor volvió con una taza de té.
Miroslava: te torturas sin razón.
Itsuki no dijo nada y sólo suspiro cansada, Miroslava escuchaba todo lo que decía cuando se quería desahogar con su antigua relación. La peligris puso con delicadeza su mano en el cabello de la castaña y le dió una gran sonrisa, aquellas que sólo Itsuki veía y provocaba.
Miroslava: ya no oigas esas voces que dicen que él te superó, por favor... Sólo escucha mi voz porque aquí estoy yo... Si te sientes nerviosa o tienes miedo cuando te lo encuentres pronuncia mi nombre, el tren pasa una vez y prometo que... Te haré sentir la persona más feliz del mundo.