Mary no podía negar que era una completa pervertida con su linda e inocente novia, aunque tal vez pervertida le quedaba cortó la palabra ideal sería calenturienta.
Pero ¿Podían culparla? Ririka era todo un ángel con un cuerpazo que la hacía suspirar y babear aunque quisiera negarlo, y ni hablar de su personalidad que la hacía tan encantadora e irresistible.
La rubia no le importaba donde lo hicieran siempre y cuando Ririka y ella lo disfruten, aunque muchas veces se olvidaba de ello y simplemente quería hacerlo con Ririka.
Ejemplo: en una cena que su linda angelito la invitó no pudo contener sus hormonas por verla con un vestido muy ajustado hubiera sido perfecto si no fuera por la máscara que su bella dama tenía y las miradas que recibía tanto hombres y mujeres que la pusieron muy celosa y como castigo le tocaba la pierna cuando estaban sentadas juntas, se había ganado un regaño por parte de Ririka pero valió la pena.
La albina estaba en su oficina haciendo algunas cosas del consejo pero era incapaz de concentrarse por el horrible dolor de cadera que tenía, cortesía de su pervertida/calenturienta novia Mary.
Ririka: que dolor -murmurró poniendo su cabeza en la mesa.
Mary entro con una bandeja de comida, era pervertida no una novia tan mala para su niña. Ririka levantó la mirada para verla con seriedad algo que hizo poner a la Saotome nerviosa.
Mary: hola mi amor ¿Tienes hambre? -pregunto nerviosa.
Ririka: hola Saotome-san.
Oh genial, la hizo enojar su Ririka le había empezado a decir por su nombre y eso le fascinó pero cuando se enojaba le decía su apellido, que gran problema.
Mary:¿Aún te duele? -pregunto preocupada.
Ririka: me amarraste a la cama y utilizaste demasiadas cosas y ni hablar de las marcas que me dejaste ¿Quieres que siga? -pregunto con obviedad.
Ririka: 1 Mary: 0.
Mary: pero te encanto mi pequeña masoquista -murmurró con una sonrisa pícara.
Ririka: 1 Mary: 1
Ririka se sonrojo y miro a otro lado con nervios Mary se rió por su acto y no dudó en cargarla estilo princesa.
Ririka:¿¡Mary!? -pregunto confundida y asustada.
Mary: perdón, no pude controlarme y te lastime, pero sabes que no me puedo controlar cuando estoy celosa -dijo con una cara arrepentida.
Y era verdad otra cosa que Ririka vio de Mary era lo posesiva que era cuando estaba cerca de alguien que su rubia no conocía ella prendía sus alarmas y no sé se paraba de ella hasta que dejara de hablarle. Otras cosas que vio fue lo tierna y detallista que Mary era, las ganas de morderle cualquier parte de su piel porque sus dientes algo filosos de Mary siempre estaban mordiéndole el brazo, cuello, dedos, muslos, abdomen y piernas, según la rubia era una forma de cuidar lo que era suyo, pero no le importaba amaba todas las cosas que definían a Mary y la rubia hacia lo mismo con ella.
Ririka: descuida pero no te pongas celosa por eso, yo solo te amo a ti y Tora es solo un amigo -dijo ocultando su rostro por el cuello de la rubia.
Mary bufó medio molesta por la mención del bicolor pero no le dio importancia y solo se encargó de mimar a su niña, Ririka se había quedado dormida y Mary sonrió por lo hermosa que se veía.
Mary vio el cuello expuesto de Ririka y de repente sintió la necesidad de acercar sus dientes al cuello de la ojiazul y dejarle marcas más visibles.
Mary:"si lo hago Riri me regaña" -penso con nervios.
La albina abrazo más fuerte a la rubia causando que Mary sintiera los grandes y precios pechos de Ririka.
Mary:"mente sana, mente sana, mente sana" -penso con nervios.
La rubia suspiro cansada pero vio algo que llamó su atención y era que sus manos estaban en los preciosos muslos de Ririka y vaya que se estaba intentando contener por el deseo que había crecido.
Mary negó con la cabeza y decidió dormir junto a su novia para no pensar en eso. Ririka despertó y vio a su novia abrazándola con fuerza mientras que ella estaba en el pecho de Mary.
Ririka se sonrojo por eso y por reflejo se alejó algo que molestó a cierta rubia que estaba despierta y que no se levantó para poder pasar tiempo con su novia. Mary abrió los ojos con una mirada de seriedad y molestia.
Ririka:¿Qué hora son? -murmurró algo cansada.
Mary: la hora de no alejarte de mi -dijo abrazandola con fuerza.
Ririka se congeló por la repentina acción de su pareja y sabe que está molesta, la albina suspiro ya sabía que pasaría cuándo se alejaba de aquella manera pero era solo un reflejo que aún tenía.
Mary:¿Cuello o dedos? -pregunto juguetona.
Ririka: dedos -murmurró con un tono carmesí en sus mejillas.
Mary obedeció y tomo las manos de Ririka para poder morderlas no fuerte pero la dejaba con una pequeña marca, el castigo era sencillo si Ririka se alejaba de Mary de una manera sin explicación la rubia la mordía en alguna parte de su cuerpo que la albina escogiera.
Mary: tu piel es tan suave Riri -murmurró cerca de su oreja.
Ririka: Saotome-san... N-no por favor aún no me recupero lo de la otra vez -dijo haciendo un puchero.
Mary: descuida solo quiero abrazarte -dijo con una sonrisa y haciendo lo que dijo.
Mary era pervertida pero no obligaría a Ririka hacer algo que no quiera, Ririka se alejó un poquito y se acercó a los labios de la rubia para darle un beso algo que Mary acepto gustosa.
Ririka: perdón por no haberte besado cuando viniste -dijo con algo de timidez.
Mary: si estaba enojada por eso también pero mi bebé estaba mucho más enojada conmigo -dijo con una sonrisa.
Mary beso la nariz de Ririka y le sonrió con ternura algo que hizo sonrojar a Ririka pero también le sonrió.
Cuando las 2 se fueron a la casa de la albina Mary la trato como una princesa, Ririka se olvidó de su dolor de cadera y se durmieron juntas con una gran sonrisa, Mary era pervertida pero tenía sus límites.