Muchos creían que estar en una relación con Kirari Momobami sería tóxica, que la persona que esté con ella fuera la que daba sin recibir nada a cambio y esa persona era Sayaka Igarashi. La mayoría le tenía pena por la "mala" suerte de ser novia de Kirari, y Sayaka casa vez que oía esos comentarios se reía.
Es de cierta manera verdad que Kirari parecía no darle o devolverle cariño y al principio creyó que era buena opción terminar para que ninguna se dañe, pero Kirari al enterarse de aquello le demostró que la amaba de verdad con pequeños detalles, si pequeños se refiere a unas joyas ultra costosas, ropa de marca y muchas otras cosas, si muy pequeñas. Sayaka le había comentado que no debía comprarle todo eso pero Kirari hizo caso omiso y le siguió comprando varias cosas que decoran su cuarto y también le compro varios obsequios a Ririka quien estaba confundida por aquello pero estaba agradecida.
Sayaka estaba en la casa de Kirari esperando a que la mayor terminará con algunas cosas del clan, mientras que la esperaba se acostó en la cómoda cama de su novia.
Kirari llegó a su cuarto con un postre para Sayaka, se lo había comprado en uno de las mejores pastelerías del país como disculpa por haber tardado, pero grande fue su sorpresa al ver a su pelimorada dormir tan agusto en su cama abrazando con fuerza su almohada.
Kirari rió por lo bajo por la ternura de su pareja, dejo el postre en su mesa para comerlo más tarde y se fue acercando a paso lento para no despertarla.
Kirari: que linda... -murmurró sacando su celular de último modelo y tomarle una foto.
La albina nunca se imaginó amar a alguien más que no fuera a su adorada hermana mayor pero llegó Sayaka a su vida y la hizo tener que dividir su corazón en 2. Amaba con todo su ser la timidez de la pelimorada, sus gestos, su nerviosismo, su forma tan lógica de pensar... Tan opuesto a ella, amaba a su secretaria, novia, futura esposa y madre de sus hijos.
Cuando se enteró de que Sayaka pensaba terminar su relación por su frialdad decidió darle todo lo que merecía, regalos y un montón de cosas más aunque Sayaka le dijera que no era necesario según la ojiazul era más que necesario y para que su hermana no se sintiera mal también le regaló muchas cosas.
Kirari le acarició con suavidad a Sayaka quien se removió un poco para abrir sus ojos y encontrarse con los hermosos ojos azules de su novia.
Sayaka: hola Kirari -murmurró abriendo totalmente sus ojos.
Kirari: hola amor ¿Como dormiste? -pregunto cariñosa.
Sayaka: bien ¿Cuando llegaste? -pregunto con una sonrisa.
Kirari: no hace mucho.
Sayaka abrazo a Kirari quien acepto con mucho gusto el abrazo, se mantuvieron así por un rato cuando Kirari tomo el postre de su mesa.
Kirari: perdón por llegar tarde -dijo con ojitos arrepentidos.
Sayaka: n-no es nada Kirari, es normal que te demores por ser la líder de tu clan -dijo sonrojada y con un pequeño sonrojo en sus mejillas.
Kirari: claro que es importante, te deje sola por mucho tiempo cariño -dijo acariciando la mejilla de la menor.
Sayaka aún le era complicado oír a Kirari decirles de esas maneras tan lindas, la albina le dio una sonrisa y beso con necesidad sus labios.
Kirari: necesitaba besarte -dijo abrazándola de la cintura.
Sayaka: y-yo también -dijo con una diminuta sonrisa.
La albina le quito la almohada a Sayaka quien aún la tenía abrazada.
Kirari: no me pongas celosa por abrazar mi almohada -dijo con un puchero.
Sayaka se rió por lo tierna que se veía su novia, desde que Kirari se había abierto con ella se había dado cuenta de que la mayor era muy celosa y posesiva.
Sayaka: celosita -dijo con cariño.
Kirari: lo soy solo contigo y mi hermana, las amo a las 2 y no dejaré que nadie me las quité -dijo poniendo su cabeza en el cuello de Sayaka.
La menor se puso roja por las tiernas palabras de su pareja pero le daba tan ternura que solo ella conociera ese lado tan dulce y amable de Kirari.
Kirari: quédate esta noche -dijo jugando con su cabello.
Sayaka: okey.
Kirari: que bien, bueno ahora demonos una ducha.
Ambas se levantaron de la cama y se fueron al baño para darse una ducha, al terminar ambas se colocaron una pijama, Sayaka tuvo que ponerse una de Kirari y le quedaba algo grande.
Sayaka: Kirari ¿Donde están tus toallas?.
Kirari cogió una toalla que tenía cerca y se la dió a Sayaka quien se lo utilizaba para cecarce el cabello, Kirari al ver a su novia cecandose su hermoso cabello decidió ayudarla.
Sayaka:¿Kirari? -pregunto extrañada.
Kirari: déjame ayudarte amor, pareces necesitar ayuda -dijo amable.
Sayaka le sonrió con un pequeño sonrojo en su mejillas algo que hizo que el corazón de Kirari se acelerará y sin poder evitarlo beso de nuevo los labios de Sayaka quien con mucho gusto acepto el pequeño beso.
Kirari: listo, amor comamos el postre.
Sayaka: claro.
Ambas se sentaron en la cama y comieron del delicioso postre de mors que con mucho esfuerzo Kirari había conseguido a su pequeña.
Cuando terminaron de comer bajaron a la sala para tomar algo y poder tomar algo en ese mismo instante Ririka había llegado.
Ririka: hola Kirari, hola Igarashi-san -dijo con una sonrisa.
Kirari: hola Riri te traje tu postre favorito para que lo comas -dijo con una sonrisa.
Ririka: no debías hacerlo -murmurró mirando a otro lado sonrojada.
Kirari: claro debía hacerlo y sabes que no acepto un no como respuesta -dijo con una sonrisa.
Ririka le agradeció y no dijo nada más y solo se fue a su cuarto dejando a la pareja.
Sayaka: que linda hermana eres.
Kirari: ojalá lo hubiera sido hace tiempo -dijo con tristeza.
Sayaka miro triste a Kirari sabía que le dolía no haber ayudado a su hermana cuando eran niñas y ahora solo podía ayudarla poco ya que la mayor iba con una psicóloga para poder superar sus traumas y olvidarse de su intentos de suicidio.
Sayaka: no es tu culpa cariño, tal vez no puedas devolver el pasado pero puedes estar con ella en el presente y futuro ¿No? -dijo con una sonrisa.
Kirari le sonrió por el apoyo que siempre le daba, se hacía una chica fuerte por fuera pero era una persona que necesitaba amor de alguien más que no sea de su familia y eso era algo que Sayaka le daba.
Kirari: te amo Saya.
Sayaka: también te amo, mi celosita -dijo con una sonrisa burlona.
Kirari la miró con enojó fingido y solo la beso, a ninguna le importaba lo que dijeran sobre su relación lo único que les importa es estar con la otra.