Yuriko un alfa de hermoso cabello marrón, miembro del consejo de personalidad calmada y tranquila, estaba en su oficina pensando el porqué Midari una omega de cabello azabache, miembro del consejo y con una personalidad loca no había venido a la academia el día de hoy.
Nunca en su vida se había enamorado de un omega o beta y nunca se imaginó enamorarse de esa masoquista, loca y hermosa chica de bella sonrisa y de perfecto cuerpo.
Yuriko:¿Debería ir a ver si está bien o debería esperar? -murmurró para si misma.
Estaba en una pelea interna en ir a la casa de Midari y darle lonque hicieron hoy o no ir y esperar a que ella venga e ignorar como siempre que se siente atraída por ella.
Yuriko:"tal vez no vino por estar en celo y si voy capaz se me lancé con mucha necesidad... Pero si eso fuera así ella tendría sus supresores... Y si se le acabaron" -penso preocupada-"si lo que pienso es cierto ella no tendría a nadie para que la ayude... Ash está bien iré pero si no es nada se las verá conmigo por haberme preocupado".
La alfa se levantó para ir a la salida, las clases ya habían acabado y no tenía trabajo en el consejo estudiantil lo cual agradecía, en su mente aún estaba la posibilidad de no ir y esperar pero unas voces interrumpieron sus pensamientos se acercó adónde estaban las voces y pudo ver a.
¡Mary y Ririka se estaban besando!
Ririka: Saotome-san no haga eso -dijo sonrojada.
Mary:¿Temes que la idiota de tu hermana vea que su hermosa hermana omega ya tenga pareja? -dijo con una sonrisa.
Mary Saotome un alfa de segundo año y que detestaba con todo su ser al consejo menos a la vicepresidenta Ririka una omega y hermana mayor de Kirari.
Yuriko decidió no interrumpir aunque quería darle un golpe a la rubia por tocar de más a su "hermanita" pero decidió solo salir de la academia e irse a la casa de Midari.
Con Midari
La omega se encontraba recostada en su cama con un calor insoportable y sus orejas y cola de gato moviéndose de manera agitada, su celo había llegado y lo peor de todo era que sus supresores se habían acabado.
Midari:"por lo menos mi celo llegó antes de ir a la academia".
La azabache se asombraba de ella misma por no ir y buscar a un alfa que la complazca. Muchos creían que Midari ya lo había hecho más de una vez con un montón de alfas que le parecían atractivos pero lo que casi nadie sabe era que ella nunca había dejado a un alfa tocarla de más.
Midari siempre había querido que a su vida llegará un alfa dulce y atento sin importarle si era mujer u hombre lo único que le importaba era que la amará sin importar nada, ningún alfa que conoció causaba esas "mariposas en su estómago" hasta que Yuriko había llegado a su vida y causó un revuelo en todo su ser.
Midari: carajo mejor dejo de pensar en Yuriko si no quiero ponerme peor.
Con Yuriko
La pelimarrón se encontraba en frente del hogar de aquella chica que la había enamorado teniendo un debate interno otra vez en escapar y ser una alfa demasiado cobarde o ser una verdadera alfa y entrar sin importarle nada pero era una dama también así que la decisión era demasiado difícil.
Yuriko: okey respira y solo entra para algo Midari te dio un repuesto de sus llaves -dijo respirando hondo para calmarse.
La chica puso la llave para girar el picaporte y entrar, todo parecía relativamente normal sino fuera por el aroma a fresas que cautivaron su nariz. Yuriko se tapó la nariz con nervios, las feromonas de Midari eran tan embriagantes que eran capaz de hacer que ella actúe por instinto y no por la lógica como siempre lo hacía.
