Inseguridades

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Nadie se imaginaría que alguien como Midari fuera capaz de tener inseguridades, es decir, ella literalmente mostraba una gran confianza y no le importaba lo que los demás dijeran de ella, pero apesar de ser una perra loca seguía siendo una humana con miedos e inseguridades.

Y uno de sus mayores miedos era que Yuriko la dejara o que jugará con sus sentimientos. Hace casi 1 mes la de los ojos cerrados se le había declarado y ella obviamente había aceptado, todo era hermoso pero los rumores de su relación y sus inseguridades no ayudaban mucho.

Midari miraba por la ventana del consejo perdiéndose en sus pensamientos, no había nadie.

Kirari estaría comiéndose a Sayaka, o admirando la belleza de las flores que había en la academia, mejor dicho Sayaka admirando la belleza de las flores y Kirari admirando a Sayaka.

Runa comiendo sus dulces y enseñándole a jugar a Erimi sus videojuegos.

Ririka pasando su tiempo con Mary o estando con sus amigos.

Kaede...¿Respirando?.

Midari:"Yuriko debería estar con alguien más... No con alguien como yo" -penso triste.

Y como si sus pensamientos se hicieran realidad Yuriko entro a la oficina, Midari seguía perdida en sus pensamientos y no había notado la presencia, Yuriko miraba con curiosidad a Midari, era raro que la pelinegra estuviera tan metida en sus pensamientos y más si no la recibía con su sonrisa tan brillante de siempre.

Yuriko: Mida -murmurró con suavidad.

Midari se sobresaltó al oír la voz de Yuriko ¿Cuando llegó?.

Midari: Yuriko, no te escuché -dijo nerviosa.

Yuriko se acercó a Midari y la miró preocupada, no era la primera vez que esto pasaba.

Yuriko:¿Estas bien amor? -murmurró preocupada.

Midari se sentía bien cuando oía a Yuriko decirle eso pero estaba esa maldita vocecita en su cabeza que le decía que solo jugaba con sus sentimientos.

Midari:¿De que hablas? Estoy fabulosa -dijo con seguridad.

Yuriko frunció el ceño ante la respuesta de Midari, pero antes de poder decirle algo los demás miembros del consejo llegaron para iniciar la reunión.

Yuriko: hablaremos después -murmurró seria.

Midari trago grueso ante las palabras de Yuriko, sabía que no tenía escapatoria. Después de la reunión y de las clases la pelinegra pensaba en esconderse de Midari pero Yuriko la había tomado de la muñeca para llevarla a su oficina.

Yuriko:¿Pensaste en escapar?.

Midari: no...

Yuriko sonrió de manera burlona a su novia, la pelimarrón la sentó a la pelinegra en sus piernas y empezó acariciar con suavidad el cabello de Midari.

Yuriko:¿Que pasa Mida? Has estado muy pensativa estás últimas 2 semanas, te pierdes mucho en tus pensamientos y eso es algo raro, ¿Te preocupa algo? ¿Tienes problemas en tu casa? -murmurró con suavidad.

Yuriko sabía bien sobre el ambiente en el que Midari había crecido desde que perdió a su madre a los 10 años, siempre intentaba hacerla olvidar eso con pequeñas salidas.

Midari se mordió el labio por los nervios que estaba sintiendo.

Yuriko: dime por favor Midari, me preocupas -murmurró preocupada.

Midari suspiro derrotada debía decirle la verdad.

Midari: solo... Tengo miedo de que me dejes... -murmurró nerviosa.

Yuriko se sorprendió al oír las palabras de Midari ¿Por qué sentía eso?.

Yuriko:¿Por qué dices eso?.

Midari: sólo mírame soy una perra loca que le gusta arriesgarse en las apuestas, no soy atractiva como otras, tengo un pésimo ambiente familiar, en otras palabras somos diferentes, no quiero pensar que tú juegas conmigo por una apuesta o por algo más pero no puedo evitarlo, cada vez que oigo a alguien decir eso... Me da inseguridad y temo que se haga realidad -murmurró con ojos llorosos.

Yuriko no dijo nada y solo se mantuvo callada, Midari se estaba poniendo nerviosa por no oír las palabras de la pelimarrón.

Midari:"parece que fui la única ilusa" me voy.

La pelinegra estaba apunto de pararse de las piernas de Yuriko pero antes de poder hacerlo los brazos de la pelimarrón la abrazaron por la cintura haciendo que Midari cayera al suelo y Yuriko encima de ella.

Midari:¿Que mierda?.

Yuriko: no me gusta verte llorar Midari y menos si soy la causante.

La pelimarrón acercó su pulgar a las mejillas humedad de la pelinegra y las empezó a secar de manera lenta.

Yuriko: Midari.

Midari:¿Que? -murmurró.

Yuriko: te amo tanto que cada vez que apuestas me da un gran miedo de no volver a verte de nuevo, cada vez que dejó que vuelvas a ese lugar que llamas casa temo que algo malo te pase y que no pueda ayudarte, te amo y no lo dudes -murmurró con suavidad.

Midari sentía su corazón latir a mil por las palabras de Yuriko, la pelimarrón abrió lentamente sus ojos para darle a entender a la pelinegra que decía la verdad.

Midari: perdón, solo...

Yuriko: descuida, no dejaré que vuelvas a pensar en eso...

Yuriko se acostó en el suelo junto a Midari y la abrazo con fuerza y cariño siendo correspondida, la pelinegra empezó a besar a Yuriko en la frente con amor.

Yuriko: por cierto ¿Quien te dijo que no eras atractiva? -pregunto un poco molesta.

Midari no respondió a eso y solo se escondió en el pecho de Yuriko.

Yuriko: Midari por favor dime, recuerda que nos prometimos no ocultarnos las cosas.

Midari: mi padre...

Yuriko sentía su sangre hervir por la mención de ese hombre, respiró hondo para no hacer alguna estupidez, después pensaría en cómo hacerlo pagar ahora Midari necesitaba su ayuda y amor.

Midari cerró su ojo para poder dormir tranquilamente sin sentir esa molestia en su pecho, confiaba sin dudar en las palabras de Yuriko.

Midari: te amo Yuriko -murmurró con una sonrisa.

Yuriko: yo también te amo Midari.

Después de unos minutos Midari se quedó dormida mientras que Yuriko le daba cariños en la cabeza y la besaba para que pudiera dormir sin preocupaciones.

One Shots de Kakegurui Donde viven las historias. Descúbrelo ahora