Ririka estaba en su cuarto acostada disfrutando de las suaves mantas que tenía hasta que sintió que alguien se las había quitado.
Kirari: onee-sama levantate -dijo la menor jalando del pie a la mayor.
Ririka suspiro cansada se había quedado dormida hasta muy tarde por estudiar para un examen, normalmente no necesitaría estudiar pero sus queridos "padres" ponían tanta presión en ella por ser la mayor en todo que aveces creía que debería acabar con todo pero solo había unas pequeñas razones para seguir en pie.
Ririka: ya va Kirari -murmurró con una sonrisa débil.
Kirari:¿Estas bien? -pregunto preocupada.
Kirari apesar de tener 9 años era muy inteligente gracias a la educación de su clan, no era tonta sabía que sus padres ponían mucha presión en Ririka para ser un buen ejemplo y ni siquiera le daban ánimos para hacerlo solo le decían que "es tu deber" y actuaban de manera fría con ella, ah pero si se equivocaba ahí si estaban para darle un sermón.
Ririka: claro que lo estoy Rari, solo estoy algo cansada es todo -murmurró con una sonrisa.
Kirari frunció el ceño pero aún así no dijo nada sabía lo cabeza dura que era su hermana mayor.
Kirari salió del cuarto dejando a Ririka sola para poder cambiarse, unos minutos después la mayor bajo para hacer el desayuno.
Ririka:"por lo menos es sábado y podré descansar" -penso aliviada.
Kirari bajo con una gran sonrisa llendo a la cocina para abrazar a su hermana, solo era capaz de llevar a su pierna por la clara diferencia de altura.
Ririka:¿Ya te arreglaste Rari? -pregunto de manera dulce.
Kirari: si onee-sama -dijo levantando su rostro para mostrar su sonrisa.
Ririka: ve a la mesa que dentro de poco estará el desayuno -dijo de manera suave.
Kirari asintió con una gran euforia y se fue a sentar a la mesa, dentro de 2 minutos el desayuno ya estaba listo.
Ririka:¿Te gusta Kirari? -pregunto nerviosa.
Normalmente la opinión de otras personas le valía pero cuando se trataba de sus pequeños hermanos, sus amigos y novia si le importaba.
Kirari:¡Esta deliciosa! Onee-sama es la mejor cocinera del mundo -dijo con una sonrisa.
Ririka sonrió por esas palabras amaba la inocencia que desprendían los niños.
Cuando terminaron de desayunar Ririka cuadro las cosas para poder tener más espacio, los fines de semana los tenía ocupados para cuidar al resto de sus niños.
Kirari no le gustaba mucho compartir el tiempo de Ririka, eso lo puede decir Mary con todos los detalles, pero con sus primos era tolerable. Después de un tiempo los otros niños habían llegado y Ririka los recibió con cariño ignorando la mirada que le daban los adultos, ni ella sabe que mal hizo para que la odien pero desde hace años la opinión de los adultos del clan ya no le importaba, menos los padres de Nozomi ellos si la querían y ella los apreciaba.
Nozomi:¡Riri!.
La pequeña castaña se abrazo a la mayor junto a su perrito Ryoko un pequeño San Bernardo.
Ririka: Nozomi, Ryoko -dijo con cariño.
Cuidar a un montón de niños eran complicado pero si sabías perfectamente como poder distraerlos se hacía mucho más fácil.
Terano y Yumi galletas un poco de té y unos libros de fantasía que ella tenía.
Ibara y Rin unos dulces y juegos para que se diviertan.