11.

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Finalmente, era un nuevo día en Konoha, Juuri abrió los ojos y se giró, topándose con el rostro de Kakashi, quien seguía dormido, sin embargo, como si sintiera su mirada, abrió el ojo que no tenía Sharingan y le sonrió.

—Buen día —la saludó.

—Buen día —contestó ella y se incorporó de la cama mientras cubría su pecho desnudo con la sábana.

Con un suspiro, trato de salir de la cama, pero la mano de Kakashi en su brazo se lo impidió.

—¿Qué tienes?

—Pronto se acaba el plazo que Tsunade me dio... Dos años y medio ya han pasado, de hecho, ahora que lo pienso, en estos seis meses que faltan para los tres años, estaré...

—Estarás bien, ¿sabes?  No te dejaré sola. Juuri, nos hemos vuelto muy fuertes y sabemos técnicas que antes no, no tengas miedo —le dijo mientras se sentaba en la cama y la atraía hacia él, rodeándola con sus fuertes brazos, comenzó a acariciarle la espalda—. Yo también sé que el plazo llegó a su fin y, de hecho, recibí ayer un mensaje de Jiraiya, parece que regresan hoy... Tal vez podríamos ir a recibirlos, un poco de normalidad...

—¿Antes del caos? —ofreció Juuri con una nota triste, Kakashi se alejó un poco de ella y tomó su mentón.

—Antes de que tenga que volver a armar mi equipo y esté de misión con ellos, en vez de estar contigo... Me pregunto, ¿la Quinta finalmente te dejará estar conmigo en mis días libres? —preguntó con una falsa añoranza.

—Pregúntaselo tú mismo —le contestó Juuri, él le sonrió.

—No, de seguro se enoja y vuelve a agarrársela contra mí... Vamos a tomar un baño, los muchachos no llegan hasta la tarde.

—Eres muy amable al decirle muchacho a Jiraiya —observó Juuri mientras salían de la cama e iban al baño.

—Trataba de ser incluyente y amable, ¿sabes? Ahora que vi la tina, creo que me apetece más que usar la regadera, ven —dijo dando por finalizada su charla.

Juuri sonrió y le siguió.

Sí, tal vez el tiempo se les estaba acabando, pero no importaba, mientras aún pudieran vivir este tipo de momentos, ¿qué tan malo podría ser el futuro?




—¿No te cansas de leer ese libro? —le preguntó Juuri a Kakashi, pues había sacado Icha Icha Paradise y lo estaba leyendo otra vez.

—¿Qué te puedo decir? Tiene dentro cosas que me gustan.

—¡Kakashi! —lo reprendió Juuri, él rió, por supuesto que se refería a las fotos de ella que tenía escondidas ahí—, ¿cómo te gustan? Yo también lo he leído y puedo decirte que prefiero lo que hacemos en la habitación, es más... Real que eso.

Kakashi le sonrió mientras comenzaba a pasear las hojas del libro, buscando la foto más antigua que tenía de ella.

—Ven, te mostraré que sí hay cosas bonitas en este libro —repuso, Juuri lo miró con una ceja levantada.

—¿Qué? ¿Quieres que te cumpla otra fantasía de una escena de ahí? —le preguntó un poco coqueta, Kakashi estaba muy tentado a decir que sí, sin embargo, una figura muy familiar reclamó su atención de momento.

—¡Buenas! —les saludó a Naruto y a Jiraiya.

Juuri, quien no se había dado cuenta de su presencia, se giró y los miró, de inmediato una sonrisa adornó su cara.

—¡Jiraiya! ¡Naruto! —dijo muy alegré mientras agitaba una mano en su dirección.

—¡Kakashi sensei, Juuri-san! ¡No han cambiado en nada, sí!—gritó Naruto mientras se precipitaba hacia ellos—. Oh, sensei, le tengo un regalo —dijo y comenzó a buscar algo en su bolso, Kakashi se mostró interesado, así que Juuri se levantó y fue a abrazar a Jiraiya, quien también se había acercado.

La Ninja Lobo de Konoha 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora