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Para que Juuri se recobrara, le tomó un día y medio, gracias a los cuidados de Shizune y de Tsunade, estuvo como nueva muy pronto, justo a tiempo para seguir con las misiones, las cuales no dejaban de llegar, ella ya había pasado por un periodo igual de caótico en su juventud, sabía cómo eran las cosas, sin embargo, esta vez le pareció todo más real, ya que la primera vez se marchó cuando tenía un mes de haberse recobrado de sus lesiones, fue justo cuando empezó su entrenamiento con Tsunade, todos eso parecían ahora recuerdos muy lejanos.

—Juuri —la recibió Tsunade.

Ya habían pasado tres meses desde que ella había ascendido como Hokage, luego de todo este tiempo, las cosas estaban volviendo a ser las mismas, cosa que le agradaba a Juuri, sin embargo, sabía que pronto tendría que volver a marcharse para cumplir con ANBU.

De hecho, ella no era la única que lo sabía, también Kakashi, quien había estado insistiendo con que durmieran juntos tanto como les fuera posible, además de que también iban a cualquier lugar ambos, era más que obvio que él no quería que ella se volviera a ir, esta vez no lo resistiría, ya que prácticamente sentía que todos lo abandonaban, primero Sasuke con Orochimaru, luego Naruto con Jiraiya y finalmente Sakura con Tsunade.

—Quinta —la saludó Juuri con una leve reverencia, Tsunade se rió sonoramente.

—¿Quieres un boleto? Son de un sorteo de la aldea vecina, he mandado a comprar unos, pero...

—¿Estás usando el dinero de Konoha? —preguntó atemorizada Juuri.

—¡Qué va! Me gané la lotería el mes pasado... Bueno, fue Shizune, pero yo le di el dinero, en fin, eso no es lo importante, solo que gané, así que pensé en seguir probando mi suerte, pero serán muchos números por revisar, así que he pensado que te podría venir bien un boleto, así aumentas tu fortuna, rediseñas la mansión Sasaki, tu apartamento y...

—Eso lo haré cuando me quede de manera estable en Konoha, lo sabes —le recordó, Tsunade se levantó y le dio la espalda, cosa que no hacía casi con nadie, pero a Juuri era una de las pocas personas a las que le podría confiar su vida sin dudar.

—Por eso te hice venir, Juuri, quiero que hablemos de tu futuro... Dime, ¿qué tal las cosas con Kakashi?

—¡Tsunade! —se quejó Juuri.

La verdad, seguía siendo un misterio por qué Juuri actuaba así cada que mencionaban su relación con Kakashi, aunque ella tratara de mantenerla oculta, sabía que en los últimos meses muchos se habían dado cuenta de que entre ellos pasaba algo más, sin embargo, también entendían que debido al trabajo de Juuri, no había cabida para una relación en este momento para ellos.

—Vamos, Juuri, pasan mucho tiempo juntos y estoy segura de que no se desvelan jugando cartas, un par de ingredientes escasean en la bodega y sé que son para ciertas... Píldoras —comentó, Juuri enrojeció por completo—, descuida, yo también lo he hecho, es más, estoy feliz por ver que ambos se cuidan, no es como si no me gustara la idea de ver chiquillos corriendo por mi oficina y a ustedes dos detrás de ellos, pero aún no es el momento, son jóvenes.

—¿A qué quieres llegar con todo este discurso? Porque supongo que no es sólo para incomodarme —le cuestionó Juuri mientras iba a su lado, Tsunade le sonrió.

—Tienes razón, aunque admito que me encanta explotar tu punto débil, en fin... Quiero que tu siguiente misión como ANBU no sea afuera, quiero que te quedes en Konoha.

—¿Qué..? Pero, yo no puedo permanecer en Konoha, tengo enemigos que...

—Lo sé —la interrumpió mientras ponía una mano en su hombro—. Fui tu sensei y aunque deje que siguieras tu propio camino, siempre estuve al pendiente de ti, fuiste mi última alumna, bueno, hasta Sakura, claro y te quiero como a una hija, pero por esas razones, te tengo un cariño inconmensurable.

La Ninja Lobo de Konoha 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora