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—Así que no te divertías sin mí, tenías un sello —resumió Velkan luego de que Juuri le contara todo lo que había pasado.

—Sí, dime ¿cómo están Rumiko, Jiraiya, mis tíos?

—Bueno, cuando yo me fui, habían estabilizado a Jiraiya y los demás están bien, aunque de seguro preocupados por ti.

—Es imposible que la noticia de la guerra no haya llegado a sus oidos... Espero que mi tío los esté cuidando.

—¿Y quién es nuestro objetivo? —le preguntó Velkan mientras corría a toda velocidad para llegar al campo de batalla.

—Un viejo amigo, Obito Uchiha.

—Oye, me fue imposible notar tu nuevo collar... ¿él te lo dio?

—¿Obito? No, fue Itachi hace un momento... ¿por qué?

—Es el símbolo Uchiha, por eso... No puedo creer que ese muchacho en realidad no fuera el malo... Normalmente no me compadezco de los humanos, pero él... Espero que haya encontrado el descanso que merece en la otra vida —dijo Velkan, Juuri asintió y acarició el collar.

—Sí, también yo.

—Pero, bueno, ya tendrás tiempo de luto después, ahora entra en tu fase guerrera.

—Estoy de vuelta... Supongo que es en esa dirección —dijo Juuri cuando vio un montón de luces alumbrando la oscuridad de la noche, ya llevaba un buen rato viajando con Velkan.

—Sí, aunque, te lo advierto, siento un chakra descomunal en esa dirección y no creo que sea de tu amigo.

—Lo sé, también lo siento... Apresúrate, por favor, ahora que estoy completa nuevamente, quiero ayudar.

—Sí, sujetate fuerte —le indicó Velkan antes de aumentar al máximo su velocidad.

En poco tiempo, el campo de batalla estaba frente a sus ojos, aunque, para alivio de Juuri, todos los refuerzos ya habían llegado y también podía sentir el chakra de Kakashi, estaba con vida y ahora estaba a escasos metros de él, simplemente no podía ocultar su felicidad.

Sin embargo, todo eso se vio opacado cuando vio una mano enorme arrojar proyectiles contra todos, la primera oleada fue leve y Juuri no pudo intervenir, pues estaba lejos, pero, para la segunda, condujo a Velkan a la mitad del campo de batalla y justo cuando empezaban a caer, levantó una gruesa y alta barrera de hielo tan larga como pudo, por supuesto que no podía proteger a todos y tampoco iba a ser suficiente para parar todos los proyectiles, pero basto para frenarlos y evitar más muertes.

Todos miraron con asombro la barrera, todos menos unos cuantos, entre ellos Kakashi, quien de inmediato reconoció la técnica de Juuri, así que comenzó a buscarla con la mirada, tenía que advertirle sobre el enemigo.

Ajena a ello, Juuri fue recogida por Velkan, quien le dio chakra para reponer el que le había quitado la barrera, la cual seguía siendo asaeteada por constantes rondas de proyectiles, pero, afortunadamente, resistía. Montada en el lomo de Velkan, avanzó y se topó con una fea imagen, Neji la había hecho de escudo humano y tenía una herida muy grave.

Con rapidez, Juuri bajó de Velkan y se arrodilló a su lado, él estaba con Naruto y Hinata.

—Ju-Juuri-san, por favor, salvelo —le pidió Naruto desesperado mientras se alejaba.

—Hinata, ve con él. Kiba, ayúdame aquí —les dijo, ellos asintieron.

—¿Voy a morir? —le preguntó con dificultad Neji, ella sonrió y acarició su rostro.

—No si yo estoy aquí... Kiba, comenzaré a curarlo, pero necesito que le saques eso del cuerpo, de manera lenta... Okey, aquí voy... Despacio —le recordó Juuri mientras presionaba la herida de Neji por ambos lados.

La Ninja Lobo de Konoha 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora