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La ceremonia fúnebre del Hokage, había convocado a toda la aldea. Juuri no había visto a Kakashi después de la lucha, ya que los miembros de ANBU fueron convocados a una junta para tener un líder provisional, mientras se elegía a otro Hokage. La decisión unanime fue Juuri, aunque hubo unas alusiones a Danzo, sin  embargo, la ganadora fue ella, ya que este no estaba en Konoha en ese momento. Juuri aceptó el cargo, un tanto a regañadientes, según todos, no había nadie mejor para ello, nadie más que ella conocía a casi todos los miembros de ANBU y la manera en la que trabajaban, tal parecía que se iba a quedar más tiempo en Konoha de lo previsto.

Como dictaba la ceremonia, vistió su traje de ANBU y una capa negra, debajo de la máscara llevaba la banda de la aldea y se encontraba del lado derecho del ataud del Hokage, con toda la organización presente en la aldea en ese momento. Apenas terminó la ceremonia, fue al despacho del Hokage y recolectó la información de las misiones, tardó toda la tarde y parte de la noche en despachar las misiones y a sus compañeros, por el resto de la semana, estaban cubiertos, pero tendría que supervisar los reportes de misión con forme fueran completadas.

Agotada tanto fisica, como mentalmente, abandonó la oficina y comenzó a caminar hacia su departamento, sin embargo, quería ver a Kakashi, sabía que el usar demasiado el sharingan le afectaba, aún así, había ido a la ceremonia. Llegó a su departamento y tocó la puerta, pero no obtuvo respuesta, así que abrió la puerta y entró.

Caminó hasta su habitación, él estaba recostado, pero su aspecto no era el mejor del mundo. Abrió los ojos y la miró, un ligero rastro de felicidad inundo su cara.

—Así que líder temporal de ANBU —comentó, ella asintió y fue hacia él, tenía un poco de fiebre.

—Te excediste demasiado ayer... ¿Quieres que te ayude? Tengo un poco de medicina aquí —dijo y comenzó a buscar en su bolso un pequeño frasco, pero él negó.

—Solo quédate a mi lado esta noche —le pidió, Juuri acarició su rostro y asintió.

Sin prisa, se despojó de la vestimenta de ANBU y terminó usando la blusa negra y su ropa interior, no tenía penas ni vergüenza con él, ya no, así que cuando la invitó a entrar a las cobijas, lo hizo, abrazándose como no lo habían hecho en años, finalmente pudieron dormir luego de muchas noches de desvelo por parte de ambos.






Para Juuri, las sorpresas no dejaban de llegar, pues resultaba que Jiraiya estaba allí también, él fue uno de los que también se animó cuando supo su regreso.

—¿Y finalmente te quedarás? —le preguntó cuando estaban mirando cómo Kakashi trataba de enseñarle el rasengan a Naruto.

Juuri no había comentado nada, ya que parecía ser un secreto, pero verdaderamente Naruto se parecía a su padre Minato demasiado.

—No en ese sentido, pero sí de momento... He oido que vas a buscar a Tsunade.

—Sí y me llevaré a Naruto conmigo... Aquí no está seguro.

—¿A qué te refieres?

—Yo también he estado lejos de Konoha por mucho tiempo, Juuri, he oido cosas... ¿Has sabido algo de Itachi?

—No... —contestó ella, hace mucho que no oía el nombre de Itachi, inevitablemente, una serie de recuerdos acudió a su memoria—. Le perdí la pista hace bastante tiempo, el Tercero me había ordenado seguirle poco tiempo después de que Kakashi dejó ANBU, lo había encontrado, pero... Su sharingan... Me dejó tirada en un estado decadente por casi dos meses, Tsunade me encontró y me curó, pero mi cuerpo tardó en sanar por completo —trato de explicarse.

—¿Que tipo de sharingan posee?

—Uno completo, no solo puede engatusar al adversario, va más allá —trató de explicarse mientras un escalofrío la recorría, erizando los vellos de su piel.

La Ninja Lobo de Konoha 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora