16.

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No habían tardado demasiado en volver a la aldea de la Arena, pero, debido a que ya se sabía la noticia de la muerte de Chiyoba, todos los preparativos para su funeral ya estaban hecho, así que los ninjas de Konoha se quedaron para asistir al funeral, aún cuando estaban al borde del colapso algunos, como Kakashi y Juuri, permanecieron en el funeral y se quedaron un poco más frente a su tumba, a tal punto que Kakashi les tuvo que recordar a sus alumnos que debían de irse.

—De acuerdo —contestó Naruto.

—Yo iré a verlos —le dijo Juuri, quien comenzó a caminar y abrazó a los chicos por la espalda—. Despidanse... Lo único que puedo decirles es que... Se vuelve un poco más fácil con el tiempo.

—¿El qué? —preguntó Naruto.

—El decir adiós... Los primeros siempre son los más difíciles y los que duelen más.

—¿En serio se vuelve más fácil? —le cuestionó ahora Sakura, Juuri frunció los labios.

—Es lo que todos dicen, pero la verdad es que no... Vamos a casa. Adiós, Chiyoba-sama y gracias por todo —dijo Juuri y los soltó.

En grupo, caminaron hasta llegar con Gaara y sus hermanos.

—Hasta que nos volvamos a ver —se despidió Kankuro.

—S... Sí, claro —contestó Naruto un poco nervioso mientras miraba a Gaara—. Normalmente, ahora es cuando hay que darse un apretón de manos e irse, pero... Ya sabes, yo no soy !uy bueno en estas cosas, así que... —sin embargo, sorprendiendo a todos, Gaara le tendió la mano.

Naruto lo miró con un toque de nostalgia, pero también de alegría y sin más se la estrechó.

—Juuri-san —la llamó Temari, ella la miró—. Gracias por lo que hizo por mis dos hermanos.

—Ni lo menciones, no lo hice sola.

—Por cierto, si en algún momento quisiera que me enseñara algunas de sus técnicas en combate... Ya sabe —dijo, Juuri frunció los labios, pero terminó por asentir.

—Sabes dónde encontrarme o Gaara puede llamarme, lo que me lleva a... Adiós, Gaara, Kankuro —se despidió de los muchachos, Kankuro agitó la mano y Gaara le extendió su mano, pero Juuri la ignoró y fue a abrazar al muchacho—. De verdad estoy muy feliz porque estás vivo y porque vas a poder cumplir tus sueños, Gaara... —le dijo y lo soltó, la cara del chico reflejaba sorpresa pura, pues no esperaba aquel gesto—. No bajes la guardia, eres el Kazekage.

En vez de contestar, él se limitó a asentir, Juuri sonrió y se giró, todos la veían raro, incluido Kakashi, sin embargo, debido a que a él le había contado las cosas que había hablado con Gaara cuando fue en nombre de la aldea para negociar el tratado de alianza, ya se imaginaba el sentir de Juuri, así que no le tomó mucha importancia a su gesto, pero sí lo hizo a la respuesta de Gaara, ahora sólo esperaba que otro chiquillo no se fuera a enamorar de su Juuri, ya era suficiente con Itachi y Neji de momento.

—Vámonos —los animó Juuri y comenzaron a caminar.

Por supuesto que iban lento, lo cual resultaba incómodo con el sol, sin embargo, Kakashi no podía ir más rápido debido al uso del sharingan y, aunque Guy lo estuviera apoyando, limitaba mucho su movimiento, por otro lado, Juuri agradecía la casi nula velocidad, ya que, debido a la pérdida de sangre, no tenía muchas energías para correr.

—¡Sensei, date prisa! —le gritó Tenten a Guy.

—Lo siento, Guy, después de usar ese sharingan, mi cuerpo se mueve con dificultad durante un tiempo —se excusó Kakashi.

Aquella situación le pareció divertida a Juuri, pues Kakashi se veía tan incómodo de esa forma como Guy, aunque lo veía un poco mejor que cuando apenas entrenaba con ese nuevo sharingan hace unos meses, en ese entonces, después de usarlo, no se podía mover por todo un día, ya había mejorado su resistente. Juuri dejó de mirarlos y siguió caminando, pero justo cuando se volteó, escuchó un pequeño alboroto.

La Ninja Lobo de Konoha 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora