La Ninja Lobo de Konoha 2

33.

Juuri miró el cuerpo de Kakashi en medio de los escombros, aún llorando, fue hacia él y comenzó a quitar las piedras a su alrededor para sacarlo. Con dificultad, pudo mover unas, pero aún seguía atorado. Desesperada, tomó su cara y la levantó.

*Está muy frío* pensó Juuri, reacia a aceptar que el amor de su vida había muerto.

—Kakashi... Kakashi, despierta, por favor —le pidió con voz ahogada.

Sin embargo, no hubo respuesta.

Con resignación, una parte de ella estaba comenzando a tratar de persuadirla para que finalmente se convenciera de que así serían las cosas a partir de ese momento, por más que lo llamara, él ya no le respondería, aunque buscara su mano, ya no estaría, aunque lo amara con locura hasta el final de sus días, su corazón ya no volvería a latir.

Un grito desgarrador rompió el ambiente.

Katsuyu la miró y le informó a Tsunade su estado, su antigua maestra estaba triste por su alumna, ahora tenían una cosa en común, las dos habían perdido a la persona de la que se habían enamorado, por eso mismo había dejado que Juuri partiera y lo fuera a buscar, sabía que ella era fuerte, sí, pero era fuerte gracias al amor de los que la rodeaban, principalmente, el de Kakashi, quien siempre había logrado sacarle una sonrisa desde que habían aprendido a llevarse bien.

Vigilándola mediante los ojos de Katsuyu, vio cómo Juuri abrazaba el torso de Kakashi y también vio cómo Chouji llegó, el chico miró la escena sin saber qué hacer, le preocupaba su padre, claro, pero no podía negar que por el cariño que le tenía a ambas personas delante de sus ojos, quería quedarse.

—Llévate a tu padre de aquí —le indicó el pequeño Katsuyu por orden de Tsunade, Chouji asintió y le obedeció.

Apenas regresó de haberse llevado a su padre, vio cómo Juuri trataba de mover las piedras para liberar el cuerpo de Kakashi, así que se decidió a ayudarla.

—¡No! Lo haré yo —le espetó Juuri con dolor mientras trataba de quitar una enorme roca.

Chouji había acompañado a Ino a ver a Juuri al hospital, cuando estuvo sedada, y también había sido uno de sus alumnos en las clases que Tsunade le había forzado a impartir, para él, que la había visto tan alegre y despreocupada, le dolió verla ahora así.

Por eso mismo, volvió a intentar ayudarla.

—¡No, dejame! ¡dejanos, no lo muevas...! No lo toques —pidió derrotada Juuri abrazando a Kakashi.

—Juuri-senpai, permiteme ayudarle a sacar al sensei de ahí... No lo tocaré, sólo moveré las piedras —le explicó, Juuri asintió mientras seguía abrazando a Kakashi.

Con dificultad, pero si duda alguna más fácil que para Juuri, Chouji logró mover las piedras que mantenían preso a Kakashi, por lo que Juuri finalmente lo pudo tomar debajo de los brazos y sacarlo de ese lugar.

—Debemos de movernos de aquí... Están atacando cerca —le informó arrodillándose frente a ambos—, ¿puedo ayudarla?

Juuri volvió a asentir mientras le acariciaba la cara a Kakashi, la sangre, producto de una herida en su cabeza, quedó impregnada en sus dedos.

Chouji se acercó y tomó el cuerpo de Kakashi por un lado, mientras que Juuri lo hacía del otro. De ese modo, comenzaron a caminar, alejándose del peligro, llegaron cerca del hospital con el pequeño Katsuyu, al que Tsunade le había encargado cuidar de Juuri. Con dificultad, Juuri recostó el cuerpo de Kakashi en sus piernas y lo sujeto para mirarlo, mientras le acariciaba el rostro, aún en su negación, esperaba que abriera los ojos.