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Y finalmente estaban a unas escasas horas de ir a buscar a Itachi.

—Bien, les recomiendo que vayan a casa, preparen sus cosas y descansen —les indicó Kakashi a los chicos que se encontraban jadeantes frente a él, Juuri y Yamato.

—¿A que hora te vemos, Kakashi-sensei? —le preguntó Naruto.

—Al mediodía en la entrada de Konoha y, a juzgar por el clima actual, yo les recomendaría llevar las gabardinas.

—Entendido —respondieron los muchachos y se marcharon.

—Bueno, yo también me voy, debo de hacer unas compras, los veo mañana —se despidió Yamato mientras dejaba a Kakashi y a Juuri a solas.

—¿Sucede algo? Has estado callada durante los entrenamientos, pero más en este, ¿estás preocupada? —le preguntó, Juuri negó.

—Vamos a casa —contestó con sencillez mientras recogía sus cosas.

En menos de veinte minutos ya estaban entrando en el departamento, sin embargo, debido a que el mal clima los había pillado desprevenidos, estaban completamente empapados.

—Prepararé un poco de té, ve a llenar la bañera —le indicó Kakashi a Juuri mientras se deshacía de su chaleco, ella asintió y se marchó.

Apenas llegó a la habitación, se desnudó completamente y se puso su bata encima, luego fue al baño y dejó correr el agua para que se llenara la bañera, sin embargo, dejó de poner atención cuando iba por la mitad.

—Juuri —la llamó Kakashi, sacándola de su trance.

Ella volvió en sí y cerró la llave de agua, no se había tirado, pero estaba ligeramente muy llena.

—Perdón —se disculpó mientras se quitaba la bata.

Apenas Kakashi la vio desnuda, se deshizo de su ropa y la abrazó por la espalda, depositando un beso en su cuello, la ayudó a entrar en la bañera y él entró detrás de ella, abrazándola aún.

—¿Qué tienes? —insistió luego de un par de minutos.

—Yo... Quiero contarte algo —decidió Juuri luego de unos instantes mientras recogía sus piernas y recargaba su barbilla en sus rodillas.

—Dime.

—Hace un par de días Tsunade me dijo que... Que ella cree que yo soy la única que de verdad puede convencer a Itachi de venir a Konoha a hablar —le dijo, Kakashi se quedó callado y comenzó a pasar una esponja por su espalda—, ¿no dices nada?

—¿Quieres la verdad? Yo también lo creo, aunque no por eso me gusta el hecho —respondió, Juuri se giró a verlo.

—¿A qué te refieres? ¿qué saben ustedes que yo desconozco?

—Vamos, Juuri, no es como si de verdad lo desconocieras —empezó Kakashi un poco incómodo, ella lo miró con una ceja levantada, derrotado, se recargó en la orilla de la bañera—. Itachi siente algo por ti, me atrevería a decir que... De verdad le gustas.

—¿Qué? Kakashi, no es momento para tus bromas —le reclamó Juuri, él suspiró.

—En serio, Juuri, es increíble que no te hayas dado cuenta de ello. Itachi está enamorado de ti desde mucho antes de que entrarás en ANBU.

—No es divertido, Kakashi —dijo bastante a la defensiva.

—Mira, sólo piensalo, ¿sí? ¿por qué crees que nunca te ha lastimado? —le preguntó muy calmado Kakashi.

—¿Qué no me ha lastimado? ¿qué sucedió con el Tsukuyomi que una vez me hizo?

—Sí, te atacó con una ilusión UNA sola vez —le concedió remarcando la palabra—, pero en ningún momento te ha golpeado o herido de gravedad. Además, cuando de jóvenes íbamos a Icharaku, él estaba rondando por ahí e inclusive algunos de los miembros de su equipo le hacían burla contigo, ¿en serio no te enteraste?

La Ninja Lobo de Konoha 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora