29.

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Juuri recobró el conocimiento cuando sintió algo caliente en la dorso de su brazo, abriendo los ojos, se levantó de golpe y curó sus heridas, apenas terminó, sintió una especie de temblor bajo la tierra.

—No, Itachi... —susurró cuando sintió lo débil que estaba su chakra.

Miró su antebrazo y vio que el sello comenzaba a borrarse, así que rápidamente corrió a través del los pasillos del lugar, hasta que pudo salir, sin embargo, se encontró asombrada al ver una serie de ruinas y distinguir a lo lejos a Itachi avanzar hacia Sasuke, lo hacía a paso lento, pero, apenas llegó frente a él, se desplomó. Juuri iba a avanzar, pero distinguió al ser del que Itachi le había advertido, así que se obligó a esperar, mientras lo hacía, una ligera lluvia comenzó, Sasuke se desmayó y finalmente Zetsu se marchó, por lo que pudo ir con Itachi.

—Itachi... Itachi... —susurró mientras lo movía.

—Sas... —pronunció con dificultad Itachi.

—Sí, sí, lo revisaré —respondió Juuri y se giró a ver a Sasuke.

Empleado su iryoninjutsu, revisó a Sasuke y unos segundos después, pudo ver que estaba bien, así que se giró de nueva cuenta con Itachi, abrazándolo, recargó su cuerpo en una de sus piernas y tomó su mano derecha.

—Está bien, sólo está agotado... Me mentiste —le reclamó mientras llevaba su mano a su mejilla, las lágrimas ya resbalaban de sus ojos.

—Perdón... Juuri... —susurró y tosió, Juuri limpió la sangre de su boca—. De verdad... Me hubiera gustado... Volver contigo... A mi querida... Konoha.

—Ya, ya, no te esfuerces —le pidió mientras lo sostenía cerca de su pecho—. Yo te curaré, estarás bien, Sasuke despertará y hablaremos los tres...

—Es tarde... Y lo... Lo sabes —contestó Itachi mientras levantaba la vista y la miraba, Juuri vio que aún tenía el Magenkyo Sharingan.

—No... ¿por qué? ¿por qué tú? ¿por qué, Itachi? —le preguntó abrazándolo con firmeza—. Todo este tiempo... Tú... Tú fuiste una víctima del mundo shinobi y yo no puedo hacer nada por ti... Soy...

—Eres una de las dos personas que yo amo —la interrumpió Itachi—. Juuri... Si... Si aún pudiéramos tener... Esa cita... ¿te... Gustaría?

—¿Qué? —le cuestionó confundida, sin embargo, al verlo a los ojos, entendió todo—. Sí, Itachi, me gustaría.

—Gracias —susurró y con las pocas energías que le quedaban, lanzó su último Tsukuyomi.

Juuri miró a su alrededor y vio que se encontraba en Konoha, todo era muy real, bajando la mirada, vio que estaba usando un vestido azul oscuro y que llevaba el cabello suelto, caía por sus hombros.

—Siempre quise verte así... Espero que no te importe —dijo Itachi a sus espaldas, ella se giró y lo miró con una sonrisa triste.

—Itachi... —susurró y fue hacia él—. Te ves...

—Así quiero que me recuerdes, Juuri —le pidió mientras la abrazaba—. Así y no como hace unos instantes...

Juuri asintió mientras enterraba su cara en su pecho, pues no podía soportar ver a Itachi, joven, atractivo, con un sinfín de posibilidades, todas esas cosas que ya no tenía ninguna posibilidad de vivir.

—Juuri, tenemos...

—¿Ya no hay tiempo? —le preguntó asustada mirándolo.

—Tranquila, tenemos el tiempo suficiente... Acompañame, vamos por ese café —respondió y le ofreció su brazo.

La Ninja Lobo de Konoha 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora