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Ya ni tengo vergüenza, mi "pronto" se tardó cinco meses en llegar. Una disculpa enorme! Pero ya trataré de terminar este fic este año. Sin más, continuemos con capitulo largo!


En el presente...

Madara miró con superioridad a Tobirama mientras caminaba hasta estar frente a él, disfrutando de la visión de tenerlo antes sus pies.

—Aprovechando el momento cuando tu oponente piensa que ganó... Lo hacías muy a menudo, si no me falla la memoria... Siempre fue así... Tomando ventaja del tiempo que tomé para enfrentarme a esos chicos —empezó Madara.

—El sentimiento... es mutuo —contestó Tobirama con dificultad.

—Pero el cielo decidió sonreír a mi favor... Tobirama, una vez aclarado como el shinobi más rápido... Tan sólo mírate ahora —se burló—. Hay una razón por la cual ustedes no pueden sacar su verdadera fuerza... Llámalo coincidencia... o destino, pero hay un abismo entre nuestras habilidades ahora. Además, estoy nutriendo un nuevo ojo... Aunque no sé si se quedará conmigo —admitió mientras sacaba una arma de su mano, luego de romperla, se la clavó en la cabeza a Tobirama, quien apenas y se quejó—. La verdad se ha dicho... He estado esperando mucho tiempo por este momento... El tenerte así de esta forma... ¡Tú... Tú fuiste quien mató a Izuna y también.... Fuiste quien mandó a asesinar a Midoryko! —le reclamó, confundiendo a Tobirama.

—No soy más que un cadáver... Lo que me hagas ahora es insignificante y con respecto a tus palabras, soy el asesino de tu hermano, nunca lo negaré, pero yo no fui el responsable de la muerte de Midoryko, ¡tú sí!

—¿Yo? ¿Acaso yo fui quien envió un ninja con ella, para asegurarse de eliminar todo rastro de mi? Eres un maldito, ella había sido mi prometida y fue tu esposa, aún así, ¡no pudiste dejarla con vida! —le reclamó bastante furioso.

—Y yo creía que no... Podías ser más estúpido —respondió—. El día que murió, me dejó una carta... En ella decía que se iría a reunir contigo en el otro mundo, ella se suicidó.

—No, yo vi como uno de tus hombres la hirió y luego la tiró del acantilado.

—¿Y ella no se defendió? La conociste tan bien como yo, no será como la chica de aquí, Juuri, pero ella hubiera luchado por su vida —replicó Tobirama, lo cual, golpeó a Madara, pues le parecía que él tenía razón.

Ahora que lo pensaba, ese día no había sentido el chakra del atacante de Midoryko, simplemente lo había visto, pero ni siquiera con el sharingan, había detectado su chakra.

—Zetsu... —susurró.

Con un nuevo sentimiento gestándose en su interior, se dio cuenta que había sido engañado por sus subordinados, él había cometido un error al decirles que sólo ella lo haría cambiar de opinión, por eso, habían buscado deshacerse de ella, tal parecía que sólo se divertían con él, ahora él los castigaría.

—Así que fuimos engañados... Ya sospechaba que ella no se había suicidado —interrumpió Tobirama sus pensamientos.

—Te ves muy aliviado —observó Madara.

—Lo estoy, no sabes cuántos años pensé que ella de verdad te amó tanto como para ir a buscarte al más allá —respondió, logrando molestar a Madara aún más—. Dime, ¿qué es eso que tanto deseas que te llevó a recurrir a la resurrección? ¿fue por ella? ¿tu hermano? ¡entiende, Madara, nuestro tiempo debió terminar hace mucho..!

—Yo triunfaré en aquello en lo que falló Hashirama... En crear un país —respondió—, pero este mundo pertenece a su fracasado predecesor, Hashirama. Aquellos que están al borde de la muerte, requieren un tratamiento.

La Ninja Lobo de Konoha 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora