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—¿Quién eres tú? —le preguntó Juuri a la mujer de cabellos blancos, veía sus ojos parecidos al Byakugan y en su frente, un rinnegan como el de Madara.

—Mi nombre es Kaguya...

—¿Kaguya? ¿la madre de los ninjas, esa Kaguya?

—Así es, vine aquí para ayudarles —respondió mientras avanzaba hacia ella.

—¿Ayudarnos?

—Sí, en estos momentos, Madara ha convocado un genjutsu sobre todos, uno muy poderoso, con mi poder, he logrado hacer que no te afecte —le explicó, sorprendiendo a Juuri.

—¿Por qué me has ayudado?

—Porque necesito tu poder, Juuri Sasaki —contestó mientras le tendía la mano—. En estos momentos, estoy en una dimensión alejada de ustedes, no tengo el poder suficiente para ir físicamente, sólo pude mandar una pequeña parte de mí, la cual se aferró a ti, la única que puede salvar del Tsukuyomi Infinito.

—¿Por qué a mí?

—Porque he visto tu poder y tu corazón, es puro y eres fuerte, con ello, yo podré realizar el viaje y detener a Madara.

—Pero, mis habilidades...

—Seria un precio a pagar, pero salvarías a todos —dijo Kaguya, inconscientemente, Juuri comenzó a levantar la mano—. Dame tu poder, yo me encargaré de Madara, aunque no garantizo que puedas recuperarlo.

—Yo... Con gusto te daría mi poder, pero... Dentro mío está lo último que tengo de una persona preciada para mí, no puedo darte todo, además, casi no tengo chakra —le explicó Juuri mirándola.

—No hace falta, el poder de tu Byakugou aún tiene reservas y el poder del sharingan... Lo necesito, debes dármelo —reiteró, Juuri encogió su mano sobre su pecho.

—Te daré lo que quieras, menos eso, ya...

—¡Dámelo! —la interrumpió tendiendo su mano de manera exigente.

Por un momento, Juuri sintió una energía externa con ella, haciéndola levantar su mano, sin embargo, ahora no quería hacerlo, no sólo por el cambio repentino en Kaguya, sino porque, gracias a sus habilidades sensoriales, estaba segura de que ayudarlos no era el principal objetivo de Kaguya, ella era la presencia que sentía unida a Obito, muy en el fondo de su ser, pero hasta ahora se había mostrado ante ella, pero ¿cómo?

—Zetsu... Estás unida a él —susurró.

Kaguya le sonrió.

—De verdad eres como la otra, pero tú resultaste más molesta, ¡qué irónico, la mujer que prometió ayudar en nuestra destrucción, será la que primero me brinde poder! —rió ella.

Sin embargo, antes de poder tomar la mano de Juuri, ella se sumió en una completa oscuridad.

Esta vez era distinto, sentía que era un genjutsu, lo sabía, aún así, no sabía si era el Tsukuyomi u otra cosa, pues, extrañamente, el chakra lo sentía muy familiar.

—Esto es...

—Sí —interrumpió una voz más dulce, distinta a la de Kaguya—. Es el Kokuangyo no Jutsu.

Juuri se concentró en tratar de repelerlo, pero le fue imposible, era bastante poderoso, aún así, caminando a través de la oscuridad, comenzó a ver una silueta haciendo lo mismo, en cuestión de instantes, estuvo delante de su propio reflejo, aunque se notaba un poco diferente, pues el cabello de esa mujer era más oscuro y se veía más menuda que ella, y también más joven, aún así, podría pasar por su hermana menor.

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⏰ Última actualización: Jun 13 ⏰

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