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—Entonces a ti tampoco te importa se Kazekage —comentó Juuri mientras almorzaba en compañía de Kankuro, este negó.

—No es lo mio, como hermano mayor debo de cuidar a mis hermanos menores y ese trabajo ya es suficiente para mí, además que no tengo la fuerza suficiente para ser Kazekage, se supone que cualquier Kage de cualquier aldea debe de ser el ninja más fuerte y yo sé que no lo soy.

—Entonces eso me deja solo a Gaara, ¿dónde lo puedo encontrar?

—Quién sabe, a veces desaparece y está en las fronteras o en su habitación, desde ayer no lo he visto.

—Ya veo, bien, gracias por la comida —le dijo Juuri cuando terminó y se levantó—. Debo de encontrarlo, mañana es la reunión y me gustaría hablar con él, ya que si ni él está interesado, yo estaré en serios aprietos y abogaré por el candidato que me parezca el adecuado.

—Gaara es el adecuado... De hecho, ahora sospecho por qué estuvo de acuerdo con que vinieras tú, si su Hokage no podía.

—¿Por qué? —le preguntó interesada.

—Porque nos tratas de manera normal, a veces incluso aquí a nosotros nos tratan de manera extraña por ser hermanos de Gaara, pero tú no y supongo que con Gaara serás igual, de cualquier ninja de la Hoja que pueda tomar una decisión neutral con respecto al Kazekage de la Arena, tú eres adecuada.

—Gracias —dijo Juuri y le sonrió, Kankuro le correspondió la sonrisa.

—Te llevaré a mi casa, tal vez Gaara esté ahí —repusó mientras también se levantaba.

—Te sigo.

En silencio, recorrieron las calles de la Arena, Juuri podía ver cómo muchas personas los veían de manera extraña, comprendía que lo hicieran con ella, quien era una ninja de otra aldea dentro de la suya, pero le sorprendió que miraran así a Kankuro, tenía entendido que él era un gran guerrero respetado, aunque tal parecía que no lo era tanto.

Cuando llegaron su casa, vio que era una de buen tamaño, adentro estaba Temari con su arma, le estaba dando mantenimiento a su arma, en cuanto la vio, le sonrió.

—Vaya, ya estás aquí, ¿qué tal tu primera noche en la Arena?

—Calurosa, demasiado, dime ¿Gaara está aquí?

—Arriba en su habitación, tercera puerta de la derecha —respondió ella.

—Gracias, bien, los veo en un rato —les dijo y subió las escaleras.

En cuanto llegó a la tercera puerta, tocó, pasaron unos momentos para que Gaara la abriera, en cuanto lo hizo, Juuri le sonrió.

—Hola, un gusto verte después de tanto tiempo.

—Tenia entendido que llegabas mañana.

—Quería hablar con todos ustedes antes, un par de minutos no me iban a bastar para tener una postura correcta, hablamos del Kazekage de la Arena, no del sensei de un par de muchachos, ¿puedo pasar?

En vez de contestar, él se recorrió y la dejó entrar, Juuri avanzó, no estaba tensa ni nada por el estilo, ahora estaba más que segura de que Gaara no era un mal muchacho, sólo uno solitario, pero no por elección.

—Bien, antes que nada ¿te interesa el puesto de Kazekage? Porque a tus hermanos no.

Gaara no respondió, sólo caminó hasta la ventana y miró por la ventana.

—No quiero que tu respuesta tenga relación con lo que los aldeanos piensan de ti. El puesto de Kazekage es importante, así que dime.

—Sí quiero... Pero también lo hago porque quiero cambiar mi destino... Quiero ser necesitado, no temido y quiero protegerlos, no asustarlos.

La Ninja Lobo de Konoha 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora