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Demasiado rápido para Juuri, ya había transcurrido un mes desde su regreso a Konoha, estaba coordinando demasiado bien a ANBU, a tal grado de que unos bromistas la estaban sugiriendo como Hokage, pero ella declinó todas las ofertas y les recordó que la más apropiada sería su sensei, Tsunade.

—Ni me digas, en serio es molesto, nunca fue mi sueño ser Hokage —le contó a Kakashi mientras se encontraban en el tejado de una casa contemplando la salida del sol.

—Serías buena, además que eso te haría quedarte.

—Kakashi... —susurró y tomó su mano—, quiero, pero no puedo, pensé que había sido clara... Aunque debo de admitir que me será más dificil volver a irme esta vez.

—¿Por qué?

—Por ti... Siempre es por ti, pensé que a estas alturas, ya te habrías dado cuenta de cuán enamorada estoy de ti y me duele irme, pero...

—Pero tienes que, lo entiendo... ¿Sabes? Yo preferí dejarte ir hace tres años, porque no soportaba la idea de perderte, pero he descubierto que tampoco me gusta tu ausencia... En ese entonces traté de engañarme haciéndome creer que no me afectaría tanto tu partida, pero fue inútil y me di cuenta una semana después de tu partida.

—¿Y eso cómo nos deja?

—No te permiten relaciones en ANBU, la misión está por encima de cualquier cosa. Tu deber y comprimiso están ahí, no conmigo.

—Entonces seguimos igual —comentó frustrada mientras se recargaba en su hombro.

—No necesariamemte... Estamos más cerca —finalizó y recargó su cabeza en la de ella mientras entrelazaba sus manos.

Cuando vieron actividad en Konoha y Juuri alcanzó a discernir los borrones negros corriendo por los techos, supo que los ninjas de ANBU estaban regresando de sus misiones.

—Justo a tiempo, tengo que ir a trabajar... ¿Nos vemos más tarde?

—Claro, yo estaré con los muchachos, ¿Saldrás a comer?

—Considerando que nos saltamos el desayuno, diría que sí... Nos vemos luego —dijo y se despidió con un beso en la mejilla.

Usando los techos, en vez de la calle, fue corriendo a la oficina temporal que le habían cedido en el edificio de administración, se coló por la ventana justo a tiempo, pues ya estaban tocando la puerta.

—Adelante —dijo mientras trataba de recuperar el aliento.

Pasó casi dos horas recibiendo información de los ANBU y dándoles nuevas misiones, tenía todo cuidadosamente ordenado, siguiendo una estrategia, la cual era evidente que era todo un exito.

Cuando pensó que una nueva entrega de misiones llegaba, debido al toquido insistente en su puerta, se levantó para abrirla, pero apenas lo hizo, una vieja amiga se precipitó por la puerta.

—¡Anko! ¿Qué haces? —le preguntó Juuri mientras la levantaba del suelo.

—¡Juuri! ¿Por qué no me dijiste que ibas a regresar? Bueno, eso no es lo importante —dijo mientras se levantaba—. Tengo información de la Barrera.

—¿Y eso en qué me interesa?

—Estás a cargo de ANBU, por el momento, eres la persona con más poder en Konoha y por lo tanto, la que debe de resolver los problemas internos, ¡Vamos, despierta! —grito y le dio una palmada en la cabeza, ella se quejo.

—¡Ya! Bueno, bueno, dime, ¿Qué te dijeron?

—Vieron a Itachi cruzar la entrada principal, va con alguien más.

La Ninja Lobo de Konoha 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora